La Generalitat ultima la redacción del anteproyecto de Ley de los derechos de las mujeres por la erradicación de la violencia machista, que, entre otras cosas, permitirá a las mujeres maltratadas tener acceso a los servicios de asistencia independientemente de si han presentado una denuncia.
La ley, la primera que se impulsa en Cataluña para regular las actuaciones contra la violencia machista, destaca porque establece por primera vez un marco legislativo que aborda de forma integral todas las formas de ejercer esta violencia, sea física, psicológica, sexual o económica, y todos los ámbitos en que se puede producir, en el ámbito de la pareja, familiar, laboral o sociocomunitario.
De esta manera, serán consideradas situaciones de violencia machista el acoso en el trabajo, el tráfico y explotación sexual de mujeres y niñas, la mutilación genital femenina, la violencia derivada de los conflictos armados o la violencia doméstica, incluidas las amenazas, intimidaciones o coacciones.
El conseller primer de la Generalitat, Josep Bargalló, y la presidenta del Instituto Catalán de las Mujeres, Marta Selva, han presentado hoy públicamente las líneas principales de esta propuesta de ley, que, a diferencia de la Ley estatal y de las legislaciones de otras comunidades autónomas, “amplía el abanico de posibilidades de acreditación de la violencia machista”.
En Cataluña, pues, no será imprescindible la acreditación penal (denuncia, orden de protección o sentencia judicial) de la violencia para que las mujeres puedan acceder a la totalidad de los derechos que establece la nueva ley, como son el asesoramiento psicológico, jurídico o las medidas de apoyo al acceso de la vivienda o la inserción laboral, entre otros aspectos.
Marta Selva ha explicado que el sistema sanitario o educativo servirá para certificar la sospecha de que se está produciendo una situación de violencia doméstica, y a partir de aquí poner en marcha los mecanismos de atención y protección a las víctimas.
El objetivo, como ha apuntado Bargalló, es que sea más fácil para las mujeres poder acceder a estos mecanismos de apoyo, aunque “lo que debería hacerse siempre” es denunciar los casos de violencia machista.
Fuente Red Feminista
La ley, la primera que se impulsa en Cataluña para regular las actuaciones contra la violencia machista, destaca porque establece por primera vez un marco legislativo que aborda de forma integral todas las formas de ejercer esta violencia, sea física, psicológica, sexual o económica, y todos los ámbitos en que se puede producir, en el ámbito de la pareja, familiar, laboral o sociocomunitario.
De esta manera, serán consideradas situaciones de violencia machista el acoso en el trabajo, el tráfico y explotación sexual de mujeres y niñas, la mutilación genital femenina, la violencia derivada de los conflictos armados o la violencia doméstica, incluidas las amenazas, intimidaciones o coacciones.
El conseller primer de la Generalitat, Josep Bargalló, y la presidenta del Instituto Catalán de las Mujeres, Marta Selva, han presentado hoy públicamente las líneas principales de esta propuesta de ley, que, a diferencia de la Ley estatal y de las legislaciones de otras comunidades autónomas, “amplía el abanico de posibilidades de acreditación de la violencia machista”.
En Cataluña, pues, no será imprescindible la acreditación penal (denuncia, orden de protección o sentencia judicial) de la violencia para que las mujeres puedan acceder a la totalidad de los derechos que establece la nueva ley, como son el asesoramiento psicológico, jurídico o las medidas de apoyo al acceso de la vivienda o la inserción laboral, entre otros aspectos.
Marta Selva ha explicado que el sistema sanitario o educativo servirá para certificar la sospecha de que se está produciendo una situación de violencia doméstica, y a partir de aquí poner en marcha los mecanismos de atención y protección a las víctimas.
El objetivo, como ha apuntado Bargalló, es que sea más fácil para las mujeres poder acceder a estos mecanismos de apoyo, aunque “lo que debería hacerse siempre” es denunciar los casos de violencia machista.
Fuente Red Feminista
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