lunes, junio 04, 2007

La justicia defiende su actuación y asegura que la mujer asesinada ayer por su pareja retiró su denuncia

La justicia y el Gobierno vasco han salido al paso de la polémica generada en torno a la última víctima de la violencia machista en España, después de las informaciones que apuntaban que la mujer, M.A.V.M., asesinada ayer en Vitoria presuntamente por su esposo, había presentado varias denuncias y llegó a solicitar medidas de protección que le fueron negadas por el juzgado al considerar que las acusaciones no tenían la suficiente consistencia.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha defendido su actuación y ha asegurado que la víctima había retirado su denuncia. Por su parte, el Departamento de Interior vasco ha señalado que la mujer rechazó un teléfono permanente de contacto y las llamadas periódicas de la Ertzaintza para comprobar su situación.

En un comunicado, el TSJPV señala que el 28 de diciembre de 2006 entró en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vitoria un atestado de la Ertzaintza, instruido a raíz de la denuncia interpuesta por la víctima, M.A.V.M., contra su esposo, V.M.M.D., por un presunto delito de maltrato psicológico (fundamentalmente injurias y vejaciones continuadas) solicitando aquella una orden de protección a su favor. En dicho atestado policial, "en ningún momento" se hacía constar la existencia de denuncias previas de la víctima contra el denunciado, "ni ningún otro dato objetivo sobre la existencia de una situación previa de maltrato".

El TSJPV precisa que, posteriormente, se tomó declaración judicial a la víctima, asistida de un letrado, y ésta negó la existencia de agresión física alguna y "sólo corroboró la existencia de insultos y vejaciones de carácter leve continuados". Asimismo, manifestó expresamente su deseo de retirar la denuncia y renunciar a cuantas acciones penales y civiles pudieran corresponderle, "solicitando el archivo de las actuaciones". Por ello, el juez instructor acordó, "previo informe de la acusación favorable al archivo", el sobreseimiento de las actuaciones por "no quedar debidamente acreditada la perpetración de los hechos denunciados".

Del mismo modo, el Departamento de Interior del Gobierno vasco ha asegurado que la mujer había rechazado "de manera reiterada" la ayuda que le fue ofrecida por la Ertzaintza. Según ha informado este cuerpo en un comunicado, estos ofrecimientos se le realizaron a la víctima después de que presentara una denuncia por malos tratos en diciembre, pero ella los rechazó alegando que había superado los problemas con su pareja a pesar de que había sido ella misma la que había solicitado medidas cautelares de protección.

Tras la presentación de la denuncia, la Ertzaintza, además de trasladar las diligencias a instancias judiciales, adoptó una serie de medidas iniciales para proteger a la víctima. Agentes de la comisaría de Vitoria se reunieron con ella para analizar su situación y en dicho encuentro le mostraron un vídeo especializado con consejos para prevenir y afrontar situaciones de violencia de género, según la nota.

Asimismo, le ofrecieron la posibilidad de disponer de un teléfono personal (teléfono Bortxa), que habitualmente se da a las personas que sufren situaciones de violencia de este tipo para que puedan mantener un contacto permanente con la Ertzaintza y solicitar auxilio en caso de emergencia. La víctima rechazó el teléfono, pese a lo cual la Ertzaintza, por propia iniciativa, la llamó periódicamente por teléfono para interesarse por su situación y determinar si existía algún riesgo, obteniendo siempre como respuesta que los problemas con su pareja se habían resuelto y que no deseaba recibir nuevas llamadas.


La delegada especial del Gobierno contra la violencia hacia las mujeres, Encarnación Orozco, ha dicho que se están investigando las circunstancias que han rodeado la muerte. "El caso está en investigación", ha indicado a Efe Orozco, que ha explicado que se está tratando de analizar "dónde se ha podido cometer el fallo, si ha habido algún fallo, para que esto no se vuelva a producir".
Fuente El País