miércoles, abril 22, 2009

Baja por primera vez el número de denuncias por agresiones machistas

Bajan las denuncias por violencia machista. No mucho, 3.375, un 9%, pero es noticia porque ocurre por primera vez desde que se le ponen porcentajes y cifras a este terrorismo de género. Y ha pasado en la última medición acometida, la del cuarto trimestre de 2008. De las 37.239 denuncias presentadas entre julio y septiembre a las 33.864 entre octubre y diciembre. ¿Una nueva tendencia?

«Puede ser un descenso puntual, ya que el número de denuncias desde la aplicación de la ley, hace tres años y medio, se ha incrementado progresivamente hasta cerrar el año 2008 con 142.000 denuncias». Habla Inmaculada Montalbán, presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, que ha presentado ante el Congreso de los Diputados un balance sobre los tres años y medio de aplicación de la Ley contra la Violencia de Género.

Sobre el carácter presuntamente puntual de ese dato de finales de 2008 decidirán los números que presente el CGPJ del primer trimestre de este año. Pero la evidencia es que esta última estadística trimestral se alza frente al mensaje constante que se le lanza a la mujer maltratada para que denuncie. Los jueces, los abogados, los policías, los sanitarios y los políticos insisten en que se debe denunciar, «porque si el Estado no conoce la situación no puede actuar para proteger a la víctima».

De hecho, siete de cada 10 mujeres asesinadas el año pasado no habían presentado denuncia, un porcentaje que no se mueve para arriba ni para abajo desde hace años.

Los datos del CGPJ cuentan que lo que sí ha aumentado (un 10%) es el número de renuncias, casi 4.000 más en 2008 que en 2007.

Y que la violencia machista o la sospecha de la misma ha ocupado 140.000 sentencias desde julio de 2005 hasta la última Nochevieja. De esas sentencias, 95.284 (el 68%), han sido condenatorias y 45.421 (el 32%), absolutorias. Es decir, casi 100.000 hombres condenados por violencia de género en tres años y medio.

Pero si se analiza qué tipo de juzgado condena o absuelve más, se entiende mejor la especialización. Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer condenan el 80% de los casos que estudian. Sin embargo, los Juzgados de lo Penal dictan sólo un 55% de sentencias condenatorias.

En muchas de las sentencias que acaban en nada el juez se topa con el testimonio de la víctima contra el del agresor. No hay prueba de cargo, lo que imposibilita una decisión de condena, «pero no significa que el agresor sea inocente, sino que se revela el carácter específico de esta violencia, que se produce en la intimidad y sin testigos», matizan los movimientos feministas.

Por eso algunos piden insistentemente que la violencia de género se persiga de oficio y que se elimine la dispensa de declarar contra el agresor, una posibilidad que se redactó en las leyes hace más de un siglo, cuando no se pensaba en violencia machista.

Montalbán no ha hablado de ese asunto, pero sí de otro que también levantó sus vendavales hace más de un año. La presidenta del Observatorio no cree positivo que el juez deba dictar un alejamiento forzoso de forma automática en cuanto maneja un asunto de violencia machista. «Hay que dejar a discreción del juez la orden de alejamiento en aquellos casos en los que la violencia haya sido un hecho puntual y leve y haya informes de inexistencia de riesgo». Según los datos del CGPJ, los juzgados han acordado el 75% de las órdenes de protección incoadas, casi 100.000.

Fuente El Mundo