viernes, julio 09, 2010

El Gobierno afirma que "nunca hay que cuestionar a la mujer" en los casos de violencia de género

El asesinato de Rafaela Rueda en Pinos Puente (Granada) a manos de su ex pareja ha desatado la polémica. La mujer denunció a su agresor por malos tratos, pero un juez absolvió al hombre por la "escasa credibilidad" de la víctima. Este dato, que se conoció ayer, ha generado una profunda polémica. Hoy, el delegado del Gobierno central para la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha afirmado que "nunca hay que cuestionar a la mujer" en los casos de violencia de género y ha pedido que no se pierda "confianza" en el sistema judicial tras conocer este dato.

Lorente ha realizado estas declaraciones en Vitoria antes de participar en una conferencia organizada por Emakunde bajo el título 'Políticas públicas para promover la implicación de los hombres a favor de la igualdad y en contra de la violencia hacia las mujeres'. Según ha defendido, los hombres no deben ser "neutrales" ante la violencia de género porque "esta neutralidad o pasividad significa que se están dando espacio a la violencia y dándole elementos a los violentos para seguir ejerciendo la violencia".
Por otro lado, ha advertido de que se están produciendo el fenómeno de 'post machismo', "una nueva forma de enfrentarse a los avances de la igualdad". "Se trata de una actitud más elaborada que juega con los datos y que, con una posición neutral, intenta contrarrestar los avances de la igualdad", ha detallado. En concreto, ha indicado que estas personas critican los cuestionamientos del modelo tradicional jugando con los mitos tradicionales como el de la perversidad de la mujer, utilizada a la hora de hablar de denuncias falsas.

Respecto a las denuncias falsas, ha señalado que se está produciendo una situación "muy grave y crítica" en la evolución de la violencia de género porque se quita la credibilidad a las mujeres y, por tanto, "se niega que exista violencia". Lorente ha explicado que en el caso de Pinos Puente se le quitó credibilidad "no sólo en lo referente a la existencia de violencia, cuando había casos objetivos, sino en la trascendencia de la misma". Por ello, ha defendido que "nunca hay que cuestionar a la mujer" porque cuando una mujer sufre la violencia "puede reaccionar de formas muy diferentes, ya que no existe un perfil de víctima de la misma forma que no existe un perfil de agresor".
No se puede condenar sin pruebas, dicen los jueces
Sin embargo, los jueces también se han hecho eco de la polémica y hoy mismo han recalcado que no se puede condenar sin pruebas, en referencia al caso de Rafaela Rueda. Según han recordado las asociaciones de magistrados la presunción de inocencia es la base del ordenamiento jurídico español y ningún juez puede condenar a un acusado si no tiene pruebas suficientes para ello.
Los portavoces de las asociaciones judiciales reaccionaron así, después de que se haya conocido que el titular del juzgado de lo Penal número 6 de Granada, Ernesto Carlos Manzano, no creyó a la víctima por su "excesiva parquedad" y "escasísima pasión" y dudó del testimonio de la mujer porque el parte de lesiones "sólo" objetiva "un mínimo hematoma" de "sólo 1 centímetro en un brazo", "dejando pues sin corroboración objetiva alguna esos otros puñetazos en los costados y empujones que la querellante refirió en su denuncia".

Para el responsable del Foro Judicial Independiente (FJI), Conrado Gallardo, las "duras críticas" que se han hecho tras publicarse el contenido de la sentencia olvidan que en muchos pleitos de este tipo hay una "total falta" de "pruebas objetivas y datos ciertos" que impide que el juez tenga la "certeza absoluta" para condenar a un acusado. En este sentido, Gallardo ha recordado que el ordenamiento jurídico español está basado en la presunción de inocencia por lo que, si no se puede demostrar lo contrario y el juez "tiene dudas", debe absolver al acusado. "Si no hay certeza absoluta no se puede condenar", recalcó.

En su opinión, los episodios de violencia de género, como algunos tipos de violaciones que ocurren en la intimidad, a veces son "muy difíciles de probar". Al respecto, Gallardo ha advertido de que también hay casos en los que ha ocurrido lo contrario, que ha habido personas que han pasado años en la cárcel tras ser condenados con pruebas "muy débiles" y luego se ha demostrado que eran inocentes.

En la misma línea, el portavoz de la asociación Francisco de Vitoria, Marcelino Sexmeno, ha insistido en que toda sentencia está basada en el material probatorio, por lo que, si no hay elementos para articular esa sentencia y condenar, no se puede hacer. Además, Sexmeno ha pedido que no se "conecte" el resultado posterior de los actos de una persona con una sentencia anterior porque, según ha recalcado, "no se puede saber la reacción posterior".

No se dictamina "en conciencia"

Por su parte, el portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Antonio García, se ha mostrado "poco partidario" de "valorar o someter a análisis" la labor de los jueces, que desempeñan sus funciones "de forma independiente" y ha recordado que las resoluciones de los mismos son susceptibles de recurrirse a instancias superiores, que son las que decidirán si aquellos "han hecho lo que tenían que hacer". A su juicio, el debate sobre la sentencia puede ser "legítimo en lo público" pero es necesario "pedir respeto" por la función de los jueces y advertir de que "nadie puede pretender" que los magistrados dictaminen "en conciencia" u "olvidándose y volviendo la espalda a la falta de pruebas".

Fuente El Correo