jueves, septiembre 06, 2007

Un albañil proyecta crear un enorme cuadro a punto de cruz contra el maltrato a la mujer

Iñaki Pérez Crespo, albañil de Basauri, de 35 años, se ha propuesto entrar en el libro Guinness de los Récords con la confección del cuadro a punto de cruz más grande del mundo, en el que plasmará un mensaje en contra de la violencia hacia las mujeres.

En declaraciones a EFE, Crespo aseguró que su obra, que tardará en confeccionar un tiempo máximo de cinco años, tendrá unas dimensiones de doce metros de largo y nueve de ancho y llevará más de 38,8 millones de cruces.

Iñaki Pérez, quien tiene completados unos ochenta trabajos en punto de cruz, entre ellos un cuadro de grandes dimensiones en homenaje a las víctimas de los atentados del 11-M, aseguró que ha llegado ya a un acuerdo con una empresa de hilos para la cesión del material que empleará en su nueva obra.

Manifestó que en los próximos meses se reunirá con varias asociaciones de mujeres para consensuar el diseño de su cuadro, cuyo inicio desea presentar durante la celebración, el próximo 25 de noviembre, del Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres.

Este albañil aficionado a tener en punto de cruz apuntó que, desde hace años, venía barajando la idea de crear una gran obra que contribuyera a sensibilizar a la población contra este tipo de violencia.
Aseguró que tras el atentado del 11-M en Madrid sintió la necesidad de preparar un trabajo en favor de la paz y, una vez finalizado este cuadro, que el pasado año se expuso en la madrileña estación de Atocha durante el aniversario de la masacre, dijo que realizará otro contra el maltrato a la mujer.
Fuente 20 Minutos

lunes, septiembre 03, 2007

Abogados piden jueces instrucción recuperen competencias violencia doméstica

Esta es una de las conclusiones del II Encuentro de Comisiones de Relaciones con la Administración de Justicia (CRAJ) en el que participaron letrados de toda España.

Los abogados participantes en las jornadas aprobaron un informe, publicado en el último número de la revista 'Món Jurídic' del Colegio de Abogados de Barcelona, que concluye que los Juzgados especiales de violencia sobre la mujer 'no son operativos ni eficaces, ya que han provocado dilación en los procedimientos, lo que comporta el fallo en la tutela judicial efectiva'.

La conclusión de los letrados se basa en datos del Observatorio de la Mujer del Consejo General del Poder Judicial sobre el primer año de funcionamiento de los Juzgados de violencia machista, que tienen la mayor tasa de congestión, pendencia y resolución en comparación con los Juzgados penales y civiles.

Por este motivo los abogados integrantes de las Comisiones de Relaciones con la Justicia proponen que se modifique la ley, de manera que las competencias civiles atribuidas a los Juzgados de violencia doméstica se limiten a la adopción de medidas de protección urgentes.

De acuerdo con la propuesta de los letrados, los asuntos civiles quedarían en manos del Juzgado civil, de familia o en su caso de primera instancia, lo que obligaría a la modificación de un artículo de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Otra de las conclusiones del informe insta a devolver las competencias penales a los Juzgados de Instrucción, aunque dando prioridad a la tramitación de los asuntos penales vinculados a la violencia de género.

Para garantizar que los casos de violencia machista tengan prioridad, los abogados reclaman que se potencie 'la coordinación de los centros de atención a la víctima con el Juzgado de Instrucción que conozca cada causa'.

Al margen de estas propuestas, y como medida de urgencia, las conclusiones de las jornadas proponen que se modifique el decreto del 25 de mayo pasado que preveía la creación de nuevas unidades judiciales durante este año para que se mantengan las competencias de los Juzgados mixtos ordinarios de violencia sobre la mujer.

Con el mantenimiento de esos Juzgados, los letrados pretenden no dificultar el acceso a la justicia de las víctimas y 'preservar el espíritu de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género'.

Durante el año 2006 los Juzgados de violencia de género incoaron en toda España 158.883 procesos penales, según datos facilitados por la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género, Montserrat Comas, que defiende la existencia de Juzgados especializados porque han terminado con la dispersión y dan una respuesta más eficaz a las víctimas.

Las denuncias por violencia doméstica presentadas a lo largo del año pasado desembocaron en 13.472 órdenes de protección.

Cuatro minutos y nueve segundos



Si usted dispone hoy de cuatro minutos y nueve segundos para ponerse delante de un ordenador quizá le cambie (un poco) la vida. No se trata de una buena nueva con bote acumulado, ni de una mala noticia sin remedio. Será, simplemente, un encontronazo sutil con la verdad. No verá sangre, ni oirá golpes. Pero si observa y escucha con atención entenderá por qué la violencia de género tiene tanto poder.

Y sólo necesitará cuatro minutos y nueve segundos...

El director y guionista de cine David Planell (nominado a un premio Goya en 2004) ha parido un corto que nos mete en casa el horror de otras casas. El invento se titula 'Subir y bajar', dos antónimos tan oportunos en la ficción como las secuencias que viven las víctimas con sus maltratadores en la realidad: denunciar y retirar, acusar y perdonar, huir y volver.

Para no destripar demasiado el vídeo, contaremos que la protagonista (interpretada como si todo fuera verdad por la actriz Irene Anula) es una maltratada que gracias a la denuncia judicial de su espanto ha logrado una orden de alejamiento de su agresor y dispone de un teléfono que la conecta directamente con la Policía.

Y entonces suena el telefonillo...

Es una mujer joven, atractiva, moderna, se supone que con trabajo y autonomía económica y que aparece en la película terminándose de acicalar porque ha quedado para salir con una amiga.
Y entonces suena el telefonillo...

"El corto da una idea certera de la situación de vulnerabilidad e indefensión personal en la que se encuentran las víctimas respecto a su agresor, a pesar de las medidas de protección. Yo creo que ayuda a comprender mejor a las mujeres maltratadas y a entender por qué son tantas las que retiran las denuncias, aunque, dadas las circunstancias actuales, lo que me extraña es que no sean aún más las que lo hacen". Habla Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres, el colectivo al que la productora de cine Avalon ha cedido gratuitamente el corto para que le dé toda la difusión que considere oportuno.

El cineasta David Planell firma un corto, 'Subir y bajar', que juega con la secuencia típica del maltrato: denunciar y retirar, acusar y perdonar.

Soleto se refiere a lo que algunos expertos llaman el 'secuestro emocional', el efecto envolvente que el maltratador ejerce sobre la maltratada una vez rota la pareja y la convivencia en común.
'Inestabilidad psicológica'
Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, ha visto muchas veces la 'inestabilidad psicológica' con la que las mujeres afrontan todo el proceso de ruptura una vez presentada la denuncia, "víctimas tan víctimas que se sienten culpables de la situación y que siguen diciendo que su agresor las quiere".

Y en ese territorio de desorden personal es donde algunas esquirlas de la legislación española contribuyen a provocar tantas retiradas de denuncia. Por ejemplo, el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Según ése párrafo de apenas tres líneas, lo primero que escucha una mujer en el juzgado es que no tiene obligación de declarar contra su agresor, un prólogo que puede servir para otros familiares, pero que revuelve a quienes denuncian al hombre que ha compartido con ellas tantas cosas.

El pasado mayo, meses después de que un sector del mismísimo Consejo General del Poder Judicial cuestionara la validez del artículo, un grupo de organizaciones de mujeres pidió al Gobierno la retirada de ese precepto, a lo que algunos miembros del Ejecutivo contestaron asintiendo con la cabeza y sugiriendo que, en el futuro, las víctimas de violencia de género deberán declarar judicialmente contra su agresor.


Los datos que manejan los fiscales y los magistrados revelan que casi cuatro de cada 10 mujeres que dan carpetazo a su propia denuncia lo hacen porque se niegan a hablar contra su maltratador delante del juez. Otras, en cambio, mantienen la denuncia, consiguen medidas de abrigo para ellas y órdenes de alejamiento para sus atacantes, pero siguen permeables a los tentáculos de quien amaron un día.

Y muchas vuelven a la vida que denunciaron. Oyen los arrepentimientos de su agresor, creen en una imposible ley privada de punto final, minimizan el futuro, perdonan al puño que mece su cuna y acaban abriéndole la puerta.

El corto, que probablemente será presentado a finales de mes en Madrid, se puede ver a partir del lunes en elmundo.es. Lleva algunos días disponible en Youtube, está colgado en las páginas de la productora Avalon y de la Red Feminista contra la Violencia de Género y es accesible desde el blog de Marisa Soleto.

Cada vez que lo ve, a la presidenta de la Fundación Mujeres se le pone "un nudo en el pecho". Pero seguro que le merece la pena. "Las mujeres maltratadas son víctimas de tortura. Y la tortura es invisible. Por eso su vulnerabilidad está tan oculta. Nosotras creemos que la información y el conocimiento de la violencia de género forman parte de la solución del problema, y este corto es una buena pista para entenderla".

Ya sabe, cuatro minutos y nueve segundos.
Artículo de Rafael J. ÁLvarez para El Mundo