viernes, enero 08, 2010

España pide protección europea para las mujeres maltratadas

España presenta hoy su primera propuesta legislativa de su cuarta presidencia de la Unión Europea, con un proyecto de directiva sobre la Orden Europea de Protección de Víctimas de la Violencia de Género. La delegación española presentará formalmente en el Comité de Representantes Permanentes (Coreper), que reúne a los veintisiete embajadores de los Estados miembros ante la UE, un borrador de directiva sobre esta materia. La iniciativa cuenta ya con el apoyo de 12 países europeos. El objetivo es asegurar que la víctima de violencia de género tenga la misma protección jurídica en cualquiera de los Estados miembros de la Unión.

El propósito de la iniciativa española es crear un instrumento que permita armonizar los distintos sistemas de protección de las víctimas de la violencia de género en los distintos países. Así, por ejemplo, mientras en España es un juez el que dicta las medidas de protección como las órdenes de alejamiento de los agresores, en algunos países europeos este tipo de decisiones están en manos de las autoridades administrativas o de los servicios sociales. Se trata en definitiva de extender más allá de cada Estado miembro las medidas de seguridad establecidas por un órgano judicial u otra autoridad en un país determinado. A pesar de la complejidad técnica y jurídica, España confía en que la directiva esté aprobada durante el primer semestre de la presidencia española, según fuentes comunitarias.

Fuente El País

jueves, enero 07, 2010

A muchas jóvenes les siguen gustando los chicos 'malotes'

Si tú me dices ven, lo dejo todo. Quizá los jóvenes no entonen hoy boleros, aunque muchos pueden decir más o menos lo mismo a ritmo de rap. Tras casi dos años de trabajo, Fernando Gálligo, psicólogo, máster en Sexología y experto universitario en Género e Igualdad de Oportunidades, ha publicado un libro en el que aborda el maltrato en mujeres jóvenes; la forma de detectarlo y la manera en la que algunas víctimas se han convertido en supervivientes.
-Empecemos por el título: 'Mi chico me pega, pero yo le quiero'. Para muchas personas, difícil de entender.
-A veces hay una historia previa de maltrato que condiciona bastante, y en otros casos pesa la dependencia emocional. A veces, en la formación de la personalidad se producen lagunas emocionales, de afectividad, porque no nos hemos sentido lo suficientemente aceptados. Puede ocurrir que esa persona se precipite en una serie de relaciones para encontrar en el otro esa seguridad que ella misma no se tiene. Entonces es más vulnerable. Es importante saber estar solo o sola para saber estar en pareja. Si sabes estar sola te vas a implicar en una relación sólo porque te compensa.
-Y sin embargo, le quiero... ¿Hablamos de jóvenes que ya sufren maltrato físico?
-Sí. Hablamos de que hay maltrato psíquico, por supuesto, y también los inicios del maltrato físico. Podemos hablar de casos como el de una chica de 19 años a la que él, de vez en cuando, le produce hematomas o heridas sangrantes, incluso primeras fracturas de dedos o de nariz. Aún así sigue diciendo: «Pero es que yo, le quiero» o «es que estoy enamorada». En muchas ocasiones estamos ante la primera relación, y tienen muy sobrevalorado el amor. Creen que van a ser capaces de cambiarles o que la situación cambiará cuando se vayan a vivir juntos.
-Parece que en el terreno de las relaciones avanzamos poco.
-Muy poco. Siguen repitiendo frases de toda la vida. Eso de la media naranja o «es celoso porque me quiere». Les siguen llegando muchos mensajes en los que se exalta el amor sacrificado y la entrega total; y hay pocos modelos alternativos. Cuanto más canalla... A muchas les gustan los 'malotes', a los que admiran. Es sorprendente que presuntos autores o cómplices del asesinato de Marta del Castillo estén recibiendo cartas de admiración de chicas jóvenes. En estudios que se han hecho sobre actitudes ante los malos tratos en gente joven hay un porcentaje preocupante de chicas a las que les gusta 'el malote'.
-¿Qué deben hacer los padres cuando detectan que su hija tiene una relación de riesgo?
-El problema fundamental es que la chica no reconoce que eso que le está sucediendo es maltrato, y también que está en una edad en la que ve el mundo adulto como distinto y distante, con lo cual, cuanto más insista la madre en su ansiedad y en su actitud de control, más se va a encerrar y más se va a distanciar la hija. Pueden entrar en un círculo vicioso.
-¿Qué hacer?
-Nosotros intentamos calmar a los padres para que no la presionen tanto. Sí deben estar muy atentos para buscar ese momento en el que la chica esté más receptiva porque le haya pasado algo, y aprovechar ese día para lograr el acercamiento.
-¿Y si no sucede?
-Deben intentar conseguir la colaboración de alguien cercano, de la edad de la hija. Un amigo o una amiga sensata, de su edad, que sea capaz de hacerle ver que se encuentra en una relación de maltrato; que la acompañe a un organismo de igualdad. Es más fácil conseguir el acercamiento a través de alguien del grupo de iguales.
-¿En qué consiste un plan de autoprotección personal?
-En algunas medidas que son convenientes tomar cuando vives una situación de alto riesgo.
-Como por ejemplo evitar un reencuentro a solas.
-Sí. Él quiere quedar para reiniciar la relación y utiliza excusas tales como que quiere aclarar algo o de devolverle las cosas. Comienza la discusión y él termina acuchillándola o prendiéndola fuego. Yo siempre les digo que las cosas no son imprescindibles; que ya habrá tiempo de recogerlas o incluso que se pueden desechar. Lo importante es preservar la vida. Lo mejor es no quedar.
-¿Y si finalmente quedan?
Que nunca queden a solas; que vayan acompañadas por otra persona que inspire cierto respeto. Que el encuentro se produzca en un lugar por el que transite gente que pueda prestar ayuda en caso de apuro.
-En el libro aborda mitos como el de la eterna juventud. ¿Por qué?
-Pues porque sobrevalorar la juventud conlleva cierto infantilismo, vivir el momento, deprisa y de forma poco coherente.
-¿Se corre también en las relaciones?
-Mucho, y se detecta especialmente en las parejas jóvenes. Se conocen, enseguida se consideran novios y se van a vivir juntos. Cuanto menos se conozcan más fácil es colar esa imagen ideal que se ofrece al principio. Luego, a los seis meses, al año o al año y medio él considera que tiene la relación asegurada y se quita la careta. He atendido el caso de una chica a la que el novio le partió la nariz a los siete meses de relación.
-¿Y el mito del amor romántico?
-Sigue existiendo. Si tu me dices ven, dejo los estudios. Puede que la letra sea ahora de un rap, pero sigue funcionando.
-¿En qué estamos fallando?
-La educación intrafamiliar es fundamental. Hay que poner normas, límites; educar en el respeto y en una igualdad en la que se comparte, en la que los miembros de la familia se ayudan y se respetan y donde cada uno aprende a ser responsable.
Fuente Diario Sur

lunes, enero 04, 2010

«Ser mujer se ha convertido en un mérito, igual que pertenecer a un partido político»

Entrevista a Ángel Luis Campo, juez del Juzgado de primera instancia número 8 de Gijón,

Ha vuelto a la actualidad tras respaldar las declaraciones de su compañero de profesión y amigo el juez de Sevilla Francisco Serrano. Ambos magistrados consideran que el varón ocupa en la actualidad una situación de inferioridad con respecto a la mujer en determinados procesos legales como los divorcios o las acusaciones de maltrato. En esta entrevista, Campo Izquierdo reflexiona sobre las necesidades de reformas legislativas en campos como la violencia de género.

-¿Tiene razón el juez Serrano en sus afirmaciones?

-El juez Serrano tiene toda la razón, pero hay que matizar las declaraciones para que no se malinterpreten. Ni Francisco Serrano ni yo negamos la existencia de la violencia familiar. Lo que pasa es que muchos jueces y profesionales del derecho y la psicología estamos manifestando la necesidad de quitar el apelativo de género a la violencia doméstica. Es cierto que existen malos tratos en el ámbito familiar, pero hay que tratarlos de manera objetiva y no diferenciando si el que comete el delito es un hombre o una mujer. Personalmente, creí que habíamos superado la distinción entre sexos hace muchos años y que en la actualidad vivíamos en una sociedad en la que se hablaba de personas y no de hombres ni de mujeres, pero veo que no es así. Tengo la sensación de que hemos perdido 30 años de evolución volviendo a la guerra de sexos. En los colegios están educando de nuevo en las diferencias, no se dice que somos personas iguales. Y eso es grave porque la educación es una de las claves para prevenir la violencia de género y está fallando. La ley es sexista y en vez de prevenir está generando más violencia de género.

-Las asociaciones de mujeres decían que se necesitaba esa discriminación positiva...

-La discriminación no es buena en sí, no le podemos poner un calificativo para hacerla mejor. Estoy de acuerdo en que en determinadas situaciones y hablando de personas y no de hombres ni de mujeres se adopten medidas de protección especiales, pero toda discriminación es negativa. El ser mujer se ha convertido en un mérito al igual que pertenecer a un partido político. Estamos dejando de lado los esfuerzos personales y ahora se mira más el sexo, parece que el esfuerzo y el respeto están mal vistos. Cada vez hay más mujeres que estudian Derecho, por lo que los jueces podemos pedir que se respete el 50 por ciento de las plazas para los varones, pero estaríamos dejando fuera a personas válidas.

-También está entonces en contra de la paridad...

-La paridad ha denigrado a la mujer, que ocupa determinados puestos por su sexo y no por lo que vale. Se está atentando contra la libertad de mercado. Las empresas privadas tienen que seleccionar a las personas por su sexo y no por lo que valen. En la vida está pasando como en el ámbito de la aplicación de la ley de violencia de género, en donde se valora el sexo y no los hechos que se cometen.

-En el momento de aprobarse la ley se dijo que bajarían los casos de violencia. ¿Se ha conseguido ese objetivo?

-No. El número de mujeres que sufren malos tratos no ha bajado, porque la ley ha hecho hincapié en el castigo. Tendríamos que analizar cada caso particular, viendo de qué naturaleza es la violencia y adoptando medidas en consecuencia. No hay que ir siempre al castigo. Se pueden buscar otras soluciones como la mediación o la escuela de padres. El hombre que se ve ante una denuncia de violencia de género pierde de la noche a la mañana a sus hijos y todas sus pertenencias porque nadie le ha dado la posibilidad de hablar ni de arreglar los problemas. Y al revés. El Estado obliga a las mujeres a separarse durante un tiempo sin darles posibilidades para solucionar sus conflictos. Hay que distinguir tipos de violencia, porque cada uno exige una medida concreta. Hay que dar preferencia a las medidas preventivas y no al castigo. Tenemos que educar a los adultos.

-¿Qué opina de las condenas a mujeres que se acercan a sus ex parejas?

-Algunas mujeres no conocen las consecuencias de la denuncia que han interpuesto contra su pareja y cuando reflexionan se dan cuenta de que pueden arreglar sus problemas hablando, pero ya es demasiado tarde porque hay una orden de alejamiento y si se acercan el uno al otro el sistema castiga a los dos. El Estado hace de menos a la mujer, porque cree que no se puede proteger y que los jueces debemos estar tras ella. Hay que castigar a los maltratadores en general, no sólo a los hombres.

-¿Puede variar mucho la decisión dependiendo del Juzgado que enjuicie?

-Sí, pero como en todos los asuntos judiciales. Los jueces somos personas humanas, no máquinas. Si diez jueces estudiamos el mismo caso coincidiremos en el fondo, pero no en la forma.

-¿Juzgar los casos de violencia es fácil?

-No es fácil porque hay problemas de procedimiento. La ley integral contra la violencia de género ha cometido un error muy importante creando los juzgados especializados. El magistrado de violencia de género debe resolver sobre asuntos penales y civiles. Éstos últimos deberían quedar en manos de los juzgados de familia, que ahora mismo están abandonados. Si se hicieran verdaderas estadísticas, se vería cómo muchos casos de violencia de género son consecuencia de una crisis que llega tras una separación mal llevada o mal tramitada, por lo que cada uno debería centrarse en su especialidad. Hasta hace poco la mujer estaba en una situación de poder en los juzgados de familia. Siempre se quedaba con los hijos. Pero ahora vemos que tanto él como ella tienen derecho a un reparto justo. Hay que concebir los divorcios como un proceso sin vencedores ni vencidos.

-Ahora se discute hasta por las mascotas...

-Eso es cierto. En países como el nuestro cada vez hay menos natalidad, por lo que muchos sentimientos se vuelcan en las mascotas más que en los hijos. Sí que es cierto que en los juzgados se pelea hasta por las mascotas, pero eso es una anécdota.

-¿Cómo se puede llevar la igualdad a la educación?

-Hay que empezar a educar desde los colegios, preparando a los niños para las situaciones de crisis. El grupo de trabajo que hemos formado numerosos profesionales del derecho, la psicología e incluso la pedagogía acaba de presentar a la Consejería de Educación un plan para que se enseñe a los profesores cómo se tienen que enfrentar a los casos de divorcio. Hay programas muy buenos en los que se enseña a los niños que los conflictos se pueden arreglar entre personas sin tener que acudir a los juzgados. Todas ésas son medidas muy importantes. Los padres y los abogados tienen que tener una actitud pacificadora en estos procesos en los que se dan situaciones de crisis.

El Cuestionario:
-¿Qué talento desearía?

-El de la música. Tener oído.

-¿Cuándo y dónde ha sido más feliz?

-Desde el primer día con mi mujer y mi familia soy feliz.

-¿Qué reforma social considera más urgente?

-La igualdad, que no se hable de hombres y mujeres, sino de personas.

-Un lugar de Gijón para perderse.

-Las playas del concejo, cualquiera de ellas. Aunque con menos gente sería mejor.

-¿Mar o montaña?

-Yo soy más de mar.

-Aficiones.

-Me gusta correr, estar con la familia y pintar. Llegué incluso a hacer exposiciones.

Ángel Luis Campo Izquierdo

Actualmente es juez del Juzgado de primera instancia número 8 de Gijón. Ángel Luis Campo tiene 49 años y es licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo. Tras sus estudios universitarios preparó las oposiciones a la judicatura bajo la tutela del magistrado José Domínguez, «un juez al que le debo mucho». Campo ejerció en Las Palmas de Gran Canaria durante tres años. Luego ya consiguió su traslado a Oviedo y finalmente llegó al Juzgado de Gijón que actualmente ocupa y en el que está a punto de cumplir seis años.