martes, marzo 31, 2015

Una de cada cuatro adolescentes sufre acoso psicológico del novio

IOLANDA MÁRMOL

Son los novios mordaza. Adolescentes, hipercontroladores y desconfiados. Ejercen de inspectores de sus chicas, rastrean sus huellas en las redes sociales, les inspeccionan el móvil, sospechan infidelidades, se enfadan si las ven hablando con otro y luego las tratan con indiferencia. Ellas han de pedir permiso para poder ir solas y se organizan para complacerles. Los expertos lo denominan "violencia psicológica de control" y en España afecta ya al 25% de las adolescentes, según concluye la Macroencuesta Violencia contra la Mujer 2015, que ayer se presentó en Madrid.

Se trata de una prevalencia elevada, que duplica ampliamente la tasa media de este tipo de acoso, situada en el 9,6%. Las cifras pueden parecer alarmantes, pero para los expertos no constituyen ninguna sorpresa, puesto que llevan tiempo detectando la agudización de esta tendencia. "Aun me parece poco, podríamos decir que es casi el doble, porque la combinación de la adolescencia, el mito del amor romántico y el uso de las redes sociales favorece que haya muchos jóvenes susceptibles de comportarse de este modo", explica Edurne García Corres, terapeuta familiar, que subraya que esta tendencia es más frecuente en personas que padecen déficits de autoestima y problemas de inseguridad.

¿Es probable que un novio acosador se transforme en un maltratador físico? Los psicólogos consideran que depende de cómo se gestione el hábito. Si ese chico tiene un referente adulto que le haga ver que no es normal, que la confianza en la pareja ha de estar por encima del control, no tiene por qué ser un antecedente de maltratador. Pero si su entorno lo favorece, puede llegar más allá y empezar con violencia sobre los objetos, que es un precursor de la violencia sobre otras personas, asegura García Corres.

CONDESCENDENCIA 

Los especialistas analizan la evolución del fenómeno, alertados sobre todo por la condescendencia con que la sociedad parece aceptarlo, como si el abuso de control no supusiese un episodio de violencia machista. Desde el Gobierno reconocen el peligro. El ministro de Sanidad, que acudió a la presentación del estudio, admite que hay "mayor tolerancia y menor alerta" hacia los novios mordaza y controladores.

La magnitud del problema se puso de relieve en otro estudio de percepción de la violencia machista, publicado en enero, en el que el 33% de las mujeres entre 15 y 29 años admitían que les parecía inevitable o aceptable la violencia de control.

Los datos del estudio son un avance de resultados, pero entre las cifras que se han hecho públicas sorprende la comparativa de casos de maltrato que se establece con la Unión Europea (UE). Atendiendo al estudio, las mujeres españolas que a lo largo de su vida han sufrido violencia física o sexual es del 12,5%, mientras que en la UE este índice alcanza el 22%. El Gobierno atribuyó ayer esta ventaja comparativa al buen hacer de la administración, justo el día en que se conocieron dos nuevas muertes por violencia machista. "En España la prevalencia es más baja y eso demuestra que las políticas públicas funcionan", alardeó el ministro. En la misma línea, la delegada del Gobierno para la violencia de género, Blanca Hernández, se jactó de que Noruega ha solicitado asesoría al Ejecutivo de Rajoy para legislar sobre violencia machista.

LOS NIÑOS DELANTE 

Uno de los datos más arduos que constata el estudio es que el 63,3% de los niños está presente o escucha los episodios de maltrato, y de ese porcentaje, la inmensa mayoría son menores de edad (el 92,5%). Además, el análisis refleja que en 6 de cada 10 casos el hombre que ejerce violencia contra la mujer lo hace también contra sus hijos.

2.600.000 miedos

RAFAEL J. ÁLVAREZ

Dos millones y medio de mujeres en España han sufrido golpes o violaciones a lo largo de su vida. Si contraemos el tiempo al último año, la estadística cuenta que hoy unas 540.000 están padeciendo violencia física o sexual por parte de sus parejas o ex parejas varones. Pero el gran bloque de esas víctimas es un magma invisible: el 68% de las maltratadas no denuncia su situación o no es detectada por su entorno. Y envolviéndolo todo, el miedo. "¿Con qué frecuencia ha tenido o tiene usted miedo de su pareja actual o parejas pasadas?"... Más de dos millones y medio de mujeres contestan que lo tienen, que les está pasando, que sí. O sea, 2.600.000 miedos.

Los datos están en la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015, presentada por el Gobierno ayer, unas horas después de que en Alhaurín de la Torre (Málaga) se descubriera el cadáver de una mujer asesinada por su marido suicida y casi al mismo tiempo en que un hombre mataba a su esposa a tiros en Lérida. Es decir, siete asesinadas en lo que va de año y seis huérfanos nuevos. El miedo.

El estudio de 2015 es la quinta entrega desde 1999, una macroencuesta que los distintos Gobiernos y el CIS elaboran cada cuatro años, pero que nunca han contado con parámetros absolutamente iguales.

La conocida ayer mejora algunos datos de la de 2011 -el 77,6% de las víctimas ha conseguido salir de la violencia, cinco puntos porcentuales más que hace cuatro años-, pero hace difíciles las comparaciones reales. Entre otras cosas, porque incluye a mujeres de 16 y 17 años, pregunta sobre violencia a lo largo de la vida y no en la última década y hace referencia a "circunstancias concretas y no a percepciones subjetivas, lo que refleja un aumento del maltrato", en palabras de Blanca Hernández, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, que ayer fue desgranando los datos ante la mirada de un centenar de periodistas, políticos y asociaciones de mujeres y el rostro grave del ministro Alfonso Alonso.

Millones de víctimas

"Es una radiografía de la violencia mucho más precisa", sentenció Hernández. "La encuesta demuestra que la violencia de género no está en retroceso. Los recortes del Gobierno hacen más vulnerables a las mujeres", subrayó la secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Montón.

Con las cautelas que imponen los cambios de criterio estadístico, uno de los datos clave, la violencia física o sexual a lo largo de la vida, experimenta un incremento respecto a 2011. Entonces afectó al 10,8% de las mujeres y ahora al 12,5%. En aquella ocasión, el Gobierno socialista ofreció cifras absolutas (593.000 víctimas físicas o sexuales sólo en el último año), pero ayer el Ejecutivo popular no quiso hacerlo, amparándose en que la presentación era un "avance de resultados" y que "no son extrapolables a números absolutos".

Sin embargo, EL MUNDO ha cruzado los porcentajes de la Macroencuesta con las tablas poblacionales por sexo y edad del INE y ha obtenido cifras de violencia machista que se calculan en millones y en cientos de miles. Y eso vale para las cinco violencias medidas en el estudio: la psicológica de control, la psicológica emocional, la económica, la física y la sexual. España está en todas por debajo de la media de la UE. Excepto en la sexual.

El dato cuantitativo más alto es el de la "violencia psicológica de control", en la expresión utilizada por el Gobierno para la Macroencuesta. Es decir, hombres que impiden que sus mujeres se relacionen con sus amigos, amigas o familiares, que insisten en saber dónde está la mujer en cada momento, que la ignoran o la tratan con indiferencia, que se enfadan si habla con otro hombre o mujer, que sospechan injustificadamente que le es infiel o que la obligan a pedirle permiso para ir a algunos lugares, como un centro de salud o cultural. Cinco millones de mujeres -una de cada cuatro españolas o extranjeras residentes aquí- ha sufrido esa violencia a lo largo de su vida. Y casi dos millones (1.840.000) en 2014.

Menos numerosa pero más grave aún es la que el estudio llama "violencia emocional". Los insultos, los menosprecios en público, las intimidaciones a gritos o rompiendo cosas, las amenazas de dañarla a ella o a alguien que ella quiera los han padecido 4.380.000 mujeres (el 21,9%) durante su vida. Más de un millón y medio (el 7,9%) en la actualidad.

La violencia física se concreta así: "Le ha abofeteado o tirado algo que le pudiese hacer daño; le ha empujado, agarrado o tirado del pelo; le ha golpeado con el puño u otra cosa que pudiera dañarla; le ha dado patadas, arrastrado o pegado; le ha intentado asfixiar o quemar, o le ha amenzado con usar o ha usado una pistola, cuchillo o arma contra usted". Dos millones de mujeres contestaron "sí"; 360.000 en 2014.

En el sondeo, la violencia sexual ha medido estas situaciones: "Le ha obligado a mantener relaciones sexuales cuando usted no quería, le ha forzado a realizar prácticas sexuales que usted no deseaba o que le resultaban degradantes o humillantes, o le ha obligado a mantener sexo contra su voluntad sujetándole o haciéndole daño". Y también si la mujer ha tenido sexo sin desearlo "porque tenía miedo de lo que él le podría hacer si ella se negaba". Alguna de esas conductas o todas ellas las han sufrido 1.620.000 mujeres en España a lo largo de su vida. Y, según la Macroencuesta, 280.000 durante 2014.

Una de las violencias menos contadas, la económica, ha afectado a 2.160.000 mujeres en sus vidas; medio millón hoy. Eso se traduce en que el hombre se niega a darle dinero para el hogar cuando sí lo hay para otras cosas, le impide tomar decisiones relacionadas con la economía familiar o realizar compras de forma independiente o no le permite trabajar o estudiar fuera de casa.

Todas las cifras suben si la mujer es discapacitada o joven. Un 23% de mujeres con 33% o más de discapacidad ha padecido o padece violencia física o sexual. Y la psicológica de control en el último año se dispara si hablamos de chicas entre 16 y 19 años (25%) respecto a la media general (9,2%). "La violencia de género es una práctica extremadamente cobarde. Cuanto más vulnerable es la mujer, más en riesgo está, como los casos de las mujeres con discapacidad y las jóvenes. Y ellos, los jóvenes, que son candidatos a repetir la violencia", dijo ayer el ministro Alonso. Como los hijos. El 64% de las madres que padecieron violencia cuentan que ellos también la sufrieron.

Y, en todas las edades, el miedo. No es el mismo que el que algunos hombres dicen sentir, siempre medio en broma, de sus mujeres. El miedo de la violencia machista es el miedo a la agresión, a la amenaza, a la violación legal, a la ira, al destrozo de objetos, al azote a los hijos, a la misma muerte (más de 700 asesinadas en los últimos 10 años)... Ese pánico lo ha sentido o lo siente el 13% de españolas y extranjeras que viven aquí, 2,6 millones de mujeres.

Vía El Mundo