sábado, enero 02, 2010

El año con menos muertes por violencia machista desde 2003

Una joven lituana de 24 años no ha podido celebrar las campanadas de Fin de Año en Coín (Málaga) porque su pareja la asfixió el lunes pasado. El homicida, de 27 años, y de su misma nacionalidad, tampoco lo hará. Tras matarla, se ahorcó. Ambos tenían una hija en común de un año que esperaba en su país la llamada de sus progenitores para vivir con ellos en España. Ya no vendrá.

Cuatro días antes, en Nochebuena, era R.M.T., cubano de 21 años, quien acababa con la vida de su novia, A.H.G., colombiana de 42, a la que tiró por la ventana del quinto piso que ambos compartían en Huelva. La mujer deja huérfano a un menor de 12 años.

Las dos últimas víctimas de la violencia de género de 2009 forman parte del 36,4% de mujeres extranjeras que han sido asesinadas por sus parejas. Y sus agresores pertenecen al 43,6% de extranjeros que han acabado con sus parejas.

En todo el año 2009, ha habido 55 víctimas mortales por crímenes machistas, según el último informe del Ministerio de Igualdad. Y aunque la frialdad de las cifras oculta el drama personal de cada una de ellas, hay motivo para pensar en que puede una lucecita al final del túnel: el año ha acabado con el menor número de fallecidas por esta causa desde 2003, cuando hubo 71 muertas.

La cifra de 2009 se aproxima a la de 2005, el primer año en que entró en vigor la Ley Integral contra la Violencia de Género, pero también ha quedado por debajo, porque entonces hubo 57 fallecidas. En 2006 hubo 68, en 2007 llegó a 71 y 2008 fue el peor de todos: acabó con 76 muertas. 2009, no obstante, no es el 'mejor' año de la década: en 2001 hubo 50 asesinadas.

Las comunidades con más y menos muertas

Aragón, Asturias, Cantabria, Navarra y La Rioja, junto a la ciudad autónoma de Melilla, tienen el privilegio de no haber contado con ningún asesinato machista en este año. Por el contrario, el mayor número se ha concentrado en Andalucía, con 14 muertas, seguida de Cataluña, con 10, y la Comunidad Valenciana, con nueve.

La Comunidad de Madrid, que en 2008 acumuló el mayor número de fallecidas por este motivo, ha pasado en 2009 al cuarto puesto de este triste ranking, con cinco muertas.

La edad de las víctimas y los agresores

La franja entre los 31 y los 40 años es la más peligrosa. En ese tramo estaban 16 de las 54 muertas de 2009. Y 15 de los homicidas, el 27,8% del total, también contaban con esa edad. Curiosamente, la tercera edad no es precisamente la de la tranquilidad y el sosiego: 11 de los autores de los crímenes tenían más de 64 años, así como siete de las víctimas.

Denuncia previa

El Ministerio de Igualdad destaca que la Ley Integral "ha supuesto un despliegue institucional de medidas y acciones sin precedentes y la movilización de una importante cantidad de recursos", entre otros, las diversas medidas de protección con que cuentan las víctimas.

Ello no ha impedido, sin embargo, que dichas medidas de protección fallaran en el 11,1% de los casos, que no evitaron la muerte de seis mujeres.

En conjunto, el 25,5% de las víctimas había denunciado previamente a sus agresores. De las 55 fallecidas, 13 habían solicitado medidas de protección, 11 las obtuvieron y tres renunciaron a ellas.

Relación asesino-víctima

Según el informe de Igualdad, en el 36,4% de los casos no existía convivencia entre agresor y agredida. La mayor parte de las agresiones se produce en plena convivencia: 31 fallecidas (el 56,4% de los casos) estaban unidos a sus asesinos en el momento del crimen, mientras que en 24 casos se estaba produciendo una ruptura de la relación o ya eran ex pareja.

Suicidio consumado y tentativa

Tras cometer el asesinato, el agresor ha optado, en un 61,8% de los casos, por seguir viviendo. La tentativa del suicidio alcanzó al 14,5% de los homicidas, mientras que el suicidio consumado llegó al 23,6% de los agresores (murieron por esta causa 13 hombres).

La ley

2010 será el quinto año de aplicación efectiva de la Ley Integral contra la Violencia de Género. El Gobierno aprobó esta normativa el 25 de junio de 2004, y pasó su visto bueno en el Congreso el 22 de diciembre de 2004. Entró en vigor en 2005.

La valoración del Ejecutivo

En su última evaluación sobre las medidas de protección integral contra la violencia de género, fechado en noviembre de 2009, el Ministerio de Igualdad que dirige Bibiana Aído recordaba los tres primeros años (hasta junio de 2008) de aplicación de dicha ley.

Asumía que "tres años es un tiempo demasiado corto para hacer una valoración de su impacto", aunque destacaba que "las mujeres están ahora más protegidas, disponen de más información y recursos para salir del problema de la violencia, cuentan con derechos sociales y económicos para abordar el futuro y, de manera paralela, se ha trabajado contra la impunidad del agresor". En concreto, "más de 53.000 hombres han sido condenados a penas de prisión por violencia de género en estos años".

Las críticas a la Ley

En todo este lustro, la Ley Integral ha estado en el ojo del huracán. Ha recibido las críticas de varias ONG y ha sido cuestionada desde la judicatura. Precisamente desde este ámbito, una de sus voces más destacadas ha sido la del titular del Juzgado de Familia número 7 de Sevilla, Francisco Serrano, quien aseguró a ELMUNDO.es que "miles de hombres" han sido detenidos "por el hecho de serlo, tras una denuncia falsa por maltrato".

A Serrano, que aseguró que la Ley contra la Violencia de Género es "discriminatoria" y fruto "de la dictadura del feminismo radical", le han llovido multitud de críticas, aunque también algún apoyo.

Fuente El Mundo

jueves, diciembre 31, 2009

Alegar maltrato: ¿una ventaja o una conquista?

Los datos sobre denuncias falsas en los tribunales no existen, ni en el caso de violencia de género, ni en ningún otro, porque no se elabora esa estadística. Sin embargo, es recurrente oír hablar de mujeres que aprovechan la nueva ley integral sobre violencia machista para denunciar maltrato y obtener ventajas en sus divorcios que antes no tenían, a saber, el alejamiento inmediato del marido que ha de salir de la casa compartida y su incomunicación forzosa con la mujer. La existencia de denuncias falsas no escapa a ninguna materia judicial, pero el término parece haberse inventado para la violencia de género. Los estudios de las aseguradoras hablan de un 30% de denuncias inventadas en los robos en el hogar, el 90% de las causas de mala praxis contra los médicos acaban archivadas y los jueces saben lo mucho que se exageran los pleitos entre vecinos. ¿Están mintiendo más las mujeres sobre el supuesto maltrato padecido que otras personas implicadas en causas distintas?

El juez de Sevilla Francisco Serrano ha dicho esta semana que miles de hombres están sufriendo por esta causa. "Se estigmatiza al hombre y se protege a la mujer por el hecho de serlo", y ofreció una relación asombrosa entre los suicidios entre hombres y los divorcios. La presidenta del Observatorio de los jueces para la Violencia Doméstica, Inmaculada Montalbán, contestó al juez recriminándole sus palabras sobre el "mito de las denuncias falsas" y el juez la denunció por injurias y amenazas. El rifirrafe ha amplificado un debate que está en la calle. ¿Hay o no hay más denuncias falsas por maltrato que en el resto de los delitos?

Es imposible saberlo, aunque algunos abogados de familia se remiten a su experiencia profesional para alertar de que eso está ocurriendo, y no sólo, dicen, porque se busquen ventajas en el divorcio. "El problema radica en parte en la escasez de juzgados de familia y los muchos divorcios que se tramitan. Ante ese colapso, la gente busca inmediatez y se van al juzgado de violencia de género, que les garantiza una orden de alejamiento automática", explica María Pérez Galván, socia responsable del gabinete Zarraluqui, 28 años de experiencia como abogada de familia.

Pérez Galván no se atreve a dar una cifra, ni a ojo de buen cubero, sobre la incidencia de estas supuestas denuncias falsas, pero conoce casos dramáticos en los que alguno de sus clientes ha tenido que abandonar la vivienda en un par de días, la vivienda en la que, además, tenía instalado su trabajo. "A veces esto ocurre porque los propios abogados aconsejan así a las mujeres, pero yo creo que los divorcios conflictivos son traumáticos, pero no todo portazo es violencia de género, y en un contexto de crisis sentimental se dicen muchas cosas y una mirada puede machacar al otro. Todo eso no es violencia de género, y se reconduciría con profesionalidad desde los tribunales de familia", añade.

Para esta abogada, la creación de más juzgados de familia acabaría con la "humillación de tantos hombres y la difamación" que se les queda pegada, dice, como una mancha indeleble.

Pérez Galván no cree, sin embargo, que haya muchas ventajas en tramitar un divorcio desde un juzgado de violencia de género, "porque las primeras medidas se toman rápido, pero la sentencia puede tardar un año y, sin embargo, en los juzgados de familia llevaría unos cuatro meses".

La presidenta de la Asociación Themis de mujeres juristas, Altamira Gonzalo, utiliza ese mismo argumento para demostrar que no existen denuncias falsas tal y como se están planteando. "La interposición de denuncias no ayuda a la tramitación de un divorcio, es un problema más, pero se hace cuando no queda más remedio, a las mujeres les cuesta denunciar. Pero con frecuencia tramitamos rupturas de parejas cuya causa eran los malos tratos continuados y no nos enteramos, porque no lo denuncian, simplemente acaban con el matrimonio para cortar con los malos tratos", dice.

Profesionalidad es una palabra que se usa mucho en este debate. Porque jueces y fiscales defienden su buen hacer en casos como estos. Ninguna de las tres asociaciones de jueces más conocidas ha querido validar la existencia de denuncias falsas en violencia machista sin datos que lo avalen. El portavoz de Jueces para la Democracia, Miguel Ángel Gimeno, dice que "el juez es quien supervisa si la denuncia tiene visos de ser falsa, admitiendo que la policía no lo haya detectado antes y, si no se archivan de plano esos casos, es porque no hay tantas falsas como se dice. Se puede intentar instrumentalizar el derecho penal, pero para eso están los jueces, que deben tutelar los derechos de las víctimas y las garantías para el acusado. Yo más bien diría que se pueden exagerar, en todo caso, algunas de estas denuncias, pero no creo que más que en otras materias".

Exagerar es también la palabra que cita Marcelino Sesmero, portavoz de la Asociación de jueces Francisco de Vitoria. "La violencia doméstica levanta pasiones y el lenguaje a veces está inflamado. Si hay denuncias falsas es que alguien miente y no tenemos datos sobre eso, más bien puede haber denuncias exageradas o desproporcionadas. Habría que matizar y tranquilizar a los ciudadanos sobre esto: los jueces sabemos distinguir la entidad de lo que se denuncia y ajustarnos a cada caso".

Y por último, Antonio García Martínez, de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), dice: "No disponemos de datos, pero estas polémicas públicas entre jueces no creo que contribuyan a arreglar nada". La ley de violencia de género, dice, sin embargo, "tiene unas peculiaridades que pudiera, quizá, ser terreno propicio para que esos ilícitos pudieran producirse, pero habrá que hacer prospecciones antes de aseverar nada. Se confirma que las cosas no las vemos como son, sino como somos".

Puede ser. Algunas organizaciones de padres separados las ven de esta manera: "Un porcentaje muy importante de estas denuncias ha sido con el objetivo de conseguir beneficios en el divorcio, para chantajear a la otra parte o impedirle que se le adjudique la custodia compartida o, simplemente, fastidiar. Esto perjudica a las mujeres verdaderamente maltratadas, a los hombres inocentes y, sobre todo, daña a los hijos", dice Justo Sáenz, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Madres y Padres Separados.

Sáenz maneja algunos datos. "Si entre 2005 y 2008 se han tramitado 256.473 denuncias de maltrato y 115.768 han sido sobreseídas y 45.421 hombres, declarados inocentes, hay 161.189 hombres, el 61% de las denuncias, a quienes se ha aplicado el protocolo de maltrato siendo inocentes, con las consecuencias que ello acarrea".

Le contesta Soledad Cazorla, fiscal delegada para la violencia sobre la mujer: "Las absoluciones no pueden confundirse nunca con denuncias falsas; hay cosas que, sencillamente no se pueden probar y en estos delitos de maltrato no siempre es fácil por sus características. Y eso es muy distinto que denunciar falsamente a sabiendas", dice. "Las denuncias falsas no son categoría, son anécdotas, y jueces y fiscales respetamos la presunción de inocencia, ese filtro está ahí, no bajamos la guardia. Si precisamente en lo que tenemos dificultad es en demostrar la prueba de cargo. Nos encontramos con mujeres que denuncian porque ya no pueden más, con otras que no declaran contra ellos porque están en su derecho, con otras que no recuerdan lo que pasó y el golpe se lo dieron ellas mismas con la lavadora y la que, por salvar al agresor, dice que ha sido un ataque de celos y que ha mentido ante el juez", detalla Cazorla.

La fiscalía ha recabado algunos datos. En 2007 se incoaron 19 procedimientos por denuncias falsas; en 2008, 18, y en 2009, 22. "Y aquí no se sabe cuál es la sentencia, sólo se incoa por indicios", aclara. Al año hay unas 100.000 denuncias por malos tratos, de las 400.000 mujeres que padecen violencia de género en España, según las encuestas oficiales.

También el Consejo General del Poder Judicial ha hecho valer esta semana un estudio basado en 530 sentencias recogidas en las Audiencias Provinciales. Sólo en una de ellas se mandó investigar la denuncia por indicios de falsedad. Se trataba de un caso en el que la mujer se desdijo durante el juicio. Los golpes se los había dado ella contra electrodomésticos varios. Sentencia absolutoria. Pero a las audiencias provinciales llegan los casos más graves, es como hacer una prueba de alcoholemia a la salida de un colegio, en lugar de a la salida de una discoteca, esgrimen los que defienden que se están produciendo demasiadas denuncias falsas.

"Las denuncias por maltrato están bajando, las mujeres no denuncian lo que debieran. Esta ley no va contra los hombres, sólo contra los maltratadores. Y no es cierto que la violencia sea propia y normal en los casos de divorcio. Esa violencia viene de antes, y la mujer quiere poner fin a ella con el divorcio, pero los abogados de familia desconocen este fenómeno e insisten en llamar conflicto conyugal a lo que es violencia de género", explica con vehemencia Miguel Lorente, el delegado para la violencia de género del Ministerio de Igualdad.

Más allá de las denuncias falsas, de las que no hay datos, el debate sobre si esto está ocurriendo o no está perfectamente enconado entre unos y otros, todos profesionales que trabajan en la violencia de género o en divorcios. "Si hay que abrir un debate sobre la corrección jurídica de la ley o sobre si tiene algún punto débil, habrá que hacerlo desde un punto de vista serio y jurídico", dice Miguel Ángel Gimeno, de Jueces para la Democracia. Y el juez de familia José Luis Utrera, de Málaga, plantea: "Ha sido un error que los juzgados de violencia de género lleven a la vez causas civiles y penales, y se están viendo casos con maltrato en los juzgados de familia y casos sin maltrato en los juzgados de violencia. Y está habiendo muchas cuestiones de competencia". Utrera añade: "Hay abogados que esconden la violencia para llevar el caso en los juzgados de familia, que es más rápido y porque son causas interminables, duran años, con el régimen de visitas, las pensiones. Que todo esto esté en violencia de género sólo contribuirá a colapsarlos".

"La protección a la víctima cuando se evalúa que corre riesgo, el alejamiento que se decreta, no es una ventaja por la que las mujeres acudan a denunciar, es una conquista. El proceso penal siempre se ocupaba del reo, de su castigo o de su inocencia, pero la protección a la víctima es una conquista del proceso penal moderno", dice la fiscal Soledad Cazorla. Y zanja: "La denuncia falsa no es un problema de funcionamiento de la ley". Y se acuerda de los que robaban en gasolineras y, cuando se daban cuenta de que les habían tomado la matrícula, inmediatamente iban a denunciar que les habían sustraído el coche. "Anécdotas, no categorías".

Fuente El País

miércoles, diciembre 30, 2009

El PSOE respalda a Montalbán y asegura que el juez Serrano carece de 'rigor'

La secretaria de Políticas de Igualdad del PSOE, Soledad Cabezón, ha expresado su respaldo a la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género, Inmaculada Montalbán, y ha dicho que actitudes como las del juez sevillano Francisco Serrano provocan que "las mujeres se piensen si acudir a no a la Justicia".

"La postura del magistrado carece de rigor y fundamento algunos y denota, igualmente, una falta de conocimiento de las estadísticas judiciales y de las características del maltrato a la mujer", ha indicado Cabezón en una nota de prensa.

El pasado 12 de diciembre, el titular del juzgado de familia número 7 de Sevilla, Francisco Serrano, aseguró que "en la dictadura del feminismo radical", miles de hombres son detenidos cada año "por denuncias falsas" de violencia machista.

Esto provocó las críticas de la presidenta del Observatorio y unadenuncia posterior de Serrano contra ésta. La dirigente socialista ha criticado que el juez "se empecine en su error, con declaraciones en las que hace mención, sin ningún rigor, al mito de las denuncias falsas".

Según Cabezón, actitudes como las de este juez provocan que "las mujeres se piensen si acudir o no a la Justicia porque crean que no van a ser escuchadas o ser tachadas de falsas", siendo éste "el primer paso que una mujer víctima de violencia de género tiene que dar para que la ley pueda protegerla, ya que -no en vano- muchas de las mujeres asesinadas este año no denunciaron a sus agresores".

La secretaria de Igualdad ha recalcado que la Ley contra la Violencia de Género pretende "que las mujeres sepan que el sistema judicial funciona con normalidad y pueden y deben acudir para obtener protección".

La dirigente socialista ha señalado que "no podemos hablar de denuncias falsas, sino de denuncias que se retiran -como han puesto de relieve la mayoría de las personas que han comparecido en la subcomisión de Violencia de Género- por la vulnerabilidad económica, social y psicológica de las mujeres víctimas de violencia".

Tras manifestar que "esta norma tuvo el consenso de todos los grupos políticos", Cabezón ha dicho que, "como hacen tantos y tantos jueces y profesionales cada día, los magistrados tienen que aplicar las leyes vigentes". Así se transmite a la sociedad, ha continuado, el mensaje de que pueden estar "confiados" porque "el sistema funciona".

Fuente El Mundo

martes, diciembre 29, 2009

Carta a los Reyes Mayos

ÁNGEL LUIS CAMPO IZQUIERDO
JUEZ DEL JUZGADO DE 1.ª INSTANCIA N.º 8 DE GIJÓN

Queridos Reyes Magos, en las Navidades de 2004 nos trajeron a los españoles un juguete educativo, muy esperado, que en principio serviría para acabar, o al menos disminuir, lo que algunos/as quisieron llamar violencia de género. No obstante, ya sea porque era un mal juguete, ya sea porque estaban mal las instrucciones de juego, ya sea porque le faltaban bastantes piezas, después de cinco años jugando, muchos hombres y mujeres de España, nos hemos dado cuenta de que no estamos obteniendo ese objetivo.

Por eso, para 2010, me gustaría que nos trajeseis un modelo avanzado de ese juguete, que al menos debería tener.

1.- Un nuevo nombre, creo que es mejor que se llame «Ley de violencia familiar», en España el género a secas no es nada, ya que el género es masculino o femenino, y llamar al nuevo juguete ley de violencia de género femenino o ley de violencia de género masculino estaría mal visto y no sería muy compatible con nuestro mejor juguete educativo, la Constitución española, que dice que los hombre y las mujeres somos iguales en todo.

2.- Con este nuevo juguete educativo, Ley de violencia familiar, podríamos jugar todos, tanto los hombre como las mujeres, y lo podríamos usar en todos los supuestos, es decir, en parejas o matrimonios heterosexuales y homosexuales, y tanto cuando la violencia la haga un hombre contra la mujer, la mujer contra el hombre, la mujer contra la mujer o el hombre contra el hombre.

3.- Además, este nuevo juguete educativo, Ley de violencia familiar, podríamos usarlo sin problemas en todas las escuelas y explicar a los niños y niñas que tiene el mismo valor lo que hace un niño a una niña que lo que hace una niña a un niño.

4.- También sería bueno que este nuevo juguete tuviese muchos niveles, y que dependiendo de la dificultad del nivel, en realidad de la gravedad, podamos usar unas u otras herramientas para pasar de fase. Es decir, que la violencia familiar tuviese varios grados, desde muy leve a muy grave, pasando por leve, menos grave, y graves, y que según el nivel en que estemos podamos usar terapias, medidas de intervención familiar, puntos de encuentro, mediación familiar, psicólogos, etcétera.

5.- Sería muy importante que en las instrucciones del juego se hiciese hincapié en que el castigo por sí solo no tiene efectos preventivos, y que para llegar a la fase final del juego y obtener la mayor puntuación posible es bueno usar todas las medidas de prevención que los jugadores tienen a su disposición, entre ellas y con mejor resultado, la educación en la igualdad.

6.- Por cierto, también sería bueno que en esas instrucciones se dijera que uno de los objetivos del juego es aprender a proteger a los menores y conseguir que sobre todo los niños y niñas puedan mantener la comunicación y contacto con sus progenitores.

7.- Bueno, Majestades, les podría pedir muchas cosas más, pero si de verdad me trajeseis este nuevo juego educativo, que puede servir para que entre todos, hombres y mujeres, pongamos fin a la violencia familiar, desde un plano de plena igualdad, sin abusos ni distinciones por causa de sexo, me haríais el juez más feliz del mundo y ayudaríais a muchos niños y niñas a que sigan teniendo a papá y a mamá, y muchos hombre y mujeres a entender que cuando se separan o divorcian dejan de ser esposos o pareja, pero no dejan de ser padres o madres, con todas las obligaciones que ello conlleva y el único derecho que implica: «convivir y ver crecer a sus hijos/as».

Gracias, Majestades, hasta el año que viene, y este juguete nuevo me lo podéis dejar en el Congreso de los Diputados, Carrera de San Jerónimo. Madrid.

El Observatorio de Violencia dice que las denuncias falsas son 'un mito'

La presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Inmaculada Montalbán, calificó de "mito interesado" las supuestas denuncias falsas en el ámbito de la violencia de género que ha denunciado el juez de familia de SevillaFrancisco de Asís Serrano.

El juez Serrano ha interpuesto sendas denuncias por injurias y amenazas de carácter leve contra Inmaculada Montalbán, a la que atribuyó una pretensión de "amedrentar" que sería, a su juicio, susceptible de enmarcarse dentro de un acto de "maltrato psicológico".

Montalbán, en declaraciones a la cadena Ser, aseguró en relación con esta querella, que "todas las personas pueden acudir a los tribunales en demanda de sus derechos", pero añadió que, respecto a las supuestas denuncias falsas que denuncia el citado magistrado, "la sociedad puede estar tranquila y confiada porque tenemos jueces, fiscales y policías responsables y profesionales que detienen y ejecutan sentencias en los casos que se ajustan a la ley".

Además, animó a las mujeres que sufren malos tratos a que sigan denunciando su situación en los tribunales. "Tenemos un sistema judicial fuerte y eficaz y que actúa cuando tiene que hacerlo con arreglo a la ley. Tenemos que estar confiados", afirmó. Según dijo Montalbán, "tanto la policía como los jueces actúan cuando hay riesgo para la protección de las víctimas.

"De forma puntual salen los mitos de denuncias falsas, un mito interesado que puede provocar que las mujeres que piensen acudir a al justicia se lo piensen porque creerán que no van a ser escuchadas. (Estas mujeres) deben saber que no es así, porque nuestros órganos especializados reciben formación sobre este problema. Así que pueden y deben acudir", aseveró Montalbán.

Por último, Montalbán recordó el último informe que ha hecho el CGPJ sobre las supuestas denuncias falsas de mujeres en el ámbito de la violencia de género. "Hay estudios muy serios del CGPJ, con un grado de fiabilidad del 99% en el que se analizaron 503 sentencias firmes y sólo una de ésas sentencias dedujo testimonios para averiguar si había denuncias falsas", sentenció.

Fuente El Mundo

lunes, diciembre 28, 2009

Maltratadas bajo sospecha

La violencia machista no entiende de clases sociales ni poder económico. Es una trampa sentimental en la que caen mujeres de todos los ámbitos. También las profesionales cualificadas -médicas, profesoras, abogadas- que sufren una doble incomprensión. "Cuando denuncié, mi ex pareja se dedicó a minar mi relato y credibilidad en los juzgados porque yo no encajaba con el perfil de maltratada", cuenta Marisa (nombre ficticio de una profesional de éxito). "Ha sido amargo, durísimo", continúa. "Primero te preguntas: 'A mí, con mi independencia, mis estudios, mis recursos económicos, mi puesto de responsabilidad, ¿cómo me ha podido pasar esto?'. Te avergüenzas y tiendes a ocultarlo". Luego, la incredulidad se instala en la sala de vistas.

El caso de Marisa no es único. En el quinto aniversario de la aprobación de la Ley de Violencia de Género, los expertos, sin cifras en la mano, sitúan el porcentaje de mujeres con estudios universitarios entre el 5% y el 10% del total de denuncias por violencia machista (142.125 sólo en 2008), y alertan de que los casos van a más. Las mujeres maltratadas que triunfan en lo profesional se topan, en ocasiones, con jueces y fiscales con mucha prevención ante el relato del infierno que viven en casa. Les resulta chocante que hayan podido consentir abusos y malos tratos con el prestigio que atesoran.

El último ejemplo lo ha protagonizado recientemente en Sevilla la jefa policial del servicio de atención a las víctimas. Un juzgado le dio la razón tras cinco años de proceso y ha condenado a dos años y tres meses de cárcel a su ex pareja, también policía. Pero no fue precisamente un camino de rosas y en el juicio oral el médico forense llegó a reconocer que le había restado credibilidad a sus lesiones porque en el juzgado de instrucción le habían comentado que su testimonio no era certero.

Los casos de discriminación, coinciden las fuentes consultadas, afloran cada cierto tiempo porque los prejuicios están muy arraigados. Hace dos años un juez de Valladolid pretendió archivar una denuncia al estimar "sorprendente" que una mujer con alto nivel de formación y capacidad fuera capaz de soportar durante años "esos supuestos desprecios y humillaciones sin poner remedio a esa situación".

Juan Ignacio Paz, psicólogo especialista en violencia de género, desgrana esta paradoja de víctimas de prestigio: "El ataque no es a la inteligencia, sino emocional, y cualquier mujer puede estar baja emocionalmente. No hay perfiles previos. Ella pone el valor de mantener la pareja por encima de su autoestima, intereses y dignidad. Y eso la mete en una espiral de dominio, abuso o violencia". Paz asegura que estas mujeres padecen esta dificultad añadida para hacer creíble su relato frente a jueces y fiscales porque aún permanece el mito de que la víctima es una mujer de bajos recursos. "Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio, decía Albert Einstein, y se nota a diario", recuerda.

¿Hasta qué punto están extendidas esas ideas preconcebidas que perjudican a ciertas víctimas? En un solo proceso, una mujer puede lidiar con tres jueces, dos fiscales y varios oficiales que pueden influir en la credibilidad otorgada a su testimonio. A veces resulta complejo que nadie se vea influido por la imagen social de la víctima de bajos recursos, y la mujer con poder económico contradice ciertos códigos. Además, es más habitual la violencia psicológica que la física, con la dificultad añadida que esto acarrea. "Deberíamos estudiar la violencia psicológica a fondo en asignaturas obligatorias de Medicina, Psicología, Derecho y Magisterio. Ahora estudiamos cuatro detalles y el negacionismo está haciendo bastante daño", critica la abogada especializada Amparo Díaz.

El mes pasado el Consejo General del Poder Judicial rompió ese último mito al analizar 530 sentencias y encontrar sólo una susceptible de esconder una denuncia falsa.

"Aún se identifica maltrato con personas sin formación y con las lesiones. Pero también influye el problema de la prueba: cómo probar el maltrato psicológico pese a los estudios de psicólogos es otra clave", expone la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género, Inmaculada Montalbán.

Aún queda mucho camino que recorrer para atajar este problema. Sólo a partir del próximo enero cualquier juez que opte a dirigir un juzgado de Violencia de Género estará obligado a recibir formación para poder analizar esta lacra con lupa.

Fuente El País

El juez Serrano acusa de 'maltrato psicológico' al Observatorio de Violencia

El juez de Familia número 7 de Sevilla, Francisco Serrano, ha interpuesto sendas denuncias por injurias y amenazas de carácter leve contra la vocal y presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Inmaculada Montalbán, a la que atribuyó una pretensión de "amedrentar" que sería, a su juicio, susceptible de enmarcarse dentro de un acto de "maltrato psicológico".

"Me atacó y me amenazó con responsabilidades", aseveró el magistrado, que compareció acompañado de su representante legal, Joaquín Moeckel, y que señaló que, en todo caso, no tendría reparos en retirar estas acciones legales si la presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica se retractase.

También estaría dispuesto a retirar la otra acción legal que ha emprendido, en concreto una papeleta previa de conciliación de cara a una querella por calumnias e injurias contra varias organizaciones de mujeres de toda España, que el pasado 23 de diciembre solicitaron a través de un escrito remitido al CGPJ la apertura de un expediente disciplinario contra Serrano, por considerar que éste actúa como"altavoz" de los maltratadores por violencia de género.

Estas declaraciones, que el juez de Familia considera atentan a título personal contra su "dignidad", "honorabilidad", "credibilidad" y "profesionalidad", son, a su juicio, "el ataque más grave a un juez", por lo que las consideró palabras de una gravedad "extrema". "El Estado de Derecho está por encima de planteamientos ideológicos", recalcó.

Serrano, en este sentido, reivindicó en numerosas ocasiones su "independencia" e "imparcialidad", ya que "sin estar contaminado por ninguna ideología siempre he pretendido defender a las mujeres maltratadas y a los niños como víctimas colaterales, desde mucho antes de la entrada en vigor de la ley".

Respecto a las declaraciones de Montalbán, explicó que su propia familia se vio afectada por estas palabras y que él mismo es "emocionalmente una persona como cualquier otra, por lo que tengo el derecho, como todos, a defenderme". Negó asimismo que vaya a pedir amparo por ello al CGPJ, puesto que "en lo que respecta a mi actuación judicial no me siento en absoluto intimidado".

'Queda mucho por reformar'

"Me duele que una vocal del consejo diga eso, estaría bien que mis argumentos se contrarrestaran con otros argumentos, pero esto es propio de un Estado totalitario, que algo que piensan todos los profesionales nadie se atreva a decirlo porque luego pasa lo que pasa", indicó el juez, que asimismo estimó, respecto a la situación general de la lucha contra la violencia de género, que "queda mucho por reformar estructuralmente para que la mujer maltratada en España tenga la protección que se merece".

Así, expuso que la actual normativa es "bienintencionada" y que "partió de buenos principios", no obstante lo cual "ya debemos ser capaces de reconocer errores, porque rectificando iríamos mejorando".

Por último, aseveró sobre la petición de expediente hacia su personal al CGPJ, que "si a un juez se le tiene que abrir un expediente para revisar su ideología sería éste otro tipo de Estado, no el nuestro", pues, frente a la posibilidad de resoluciones con "prejuicios" o "sesgos", el consejo "en este caso lo que podría decir es que si alguien considera que he incurrido en prevaricación, que me denuncie".

Fuente El Mundo

domingo, diciembre 27, 2009

Asociaciones pedirán en el Congreso derogar la 'violenta' ley de género

Abrió la polémica la denuncia del juez Franciso Serrano en ELMUNDO.es. Respondieron los colectivos de mujeres y el Gobierno. Ahora un total de 71 asociaciones exigirán a las Cortes la derogación de la actual Ley de Género, calificada por estas asociaciones de "violenta" por "lesionar los derechos más básicos" del ser humano, como es el "derecho de presunción de inocencia".

El presidente de una de estas asociaciones, la Federación Andaluza para la Defensa de la Igualdad Efectiva, Fernando Basanta, manifestó que el ordenamiento jurídico del Estado español contempla la mencionada presunción de inocencia "a excepción de la Ley de Violencia de Género, en la que se da la presunción de culpabilidad".

En esta línea, Basanta hizo alusión a la "injusticia" de este hecho, por el que muchos hombres son inculpados al presentar sus parejas "denuncias falsas" en muchos casos para "alejar a los hijos de ambos del padre" ya que "muchas mujeres, más que el miedo, como asegura el Gobierno central, han perdido la vergüenza para denunciar sin motivo, aunque sí con una gran motivación, al saber que la ley les otorgaba un arma de destrucción para saciar todo su despecho".

Al respecto, se refirió a que la ley debería contemplar también la vulnerabilidad de niños, ancianos y también hombres, puesto que al igual que las mujeres, reciben "en numerosas ocasiones" malos tratos. Por esto, no se debería distinguir entre mujeres y hombres maltratados, sino entender que se trata de "personas maltratadas", para las que deberían existir "centros de acogida comunes".

Por todo esto, las 71 asociaciones pedirán que se derogue la Ley de Violencia de Género en el Congreso, pero llegarán, "si el Gobierno no da marcha atrás, a acciones legales en tribunales internacionales", ya que "no se fían de las altas instituciones judiciales de nuestro país", apostilló.

De esta forma, y con motivo del cumplimiento de los cinco años desde la aprobación de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, las mencionadas asociaciones indicaron a través de un comunicado que se trata de "una ley que atropella cada día los derechos más fundamentales de cualquier ordenamiento jurídico que pretenda vertebrar un estado democrático".

Fuente El Mundo

Cuando la víctima es él