sábado, octubre 03, 2009

20 víctimas de violencia de género llevan ya el GPS que detecta al agresor

Tres meses después de que entraran en vigor los sistemas de localización GPS para maltratadores, un total de 20 víctimas de violencia de género cuentan ya con uno de estos dispositivos que alertan de la proximidad del agresor y registran los quebrantamientos de las órdenes de alejamiento.

Según datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género estos dispositivos, impulsados por el Ministerio de Igualdad, la Fiscalía, el Consejo General del Poder Judicial y los ministerios de Interior y Justicia, los GPS han sido implantados sin incidentes a petición de jueces de todo el territorio nacional.

En la actualidad, funcionan cinco en Andalucía, cuatro en la Comunidad Valenciana y dos en Cantabria. Además, hay mujeres protegidas por este sistema en Asturias, Baleares, Cataluña, Castilla-La Mancha,

Madrid, Extremadura, Galicia y País Vasco. La implantación de este sistema accesorio a la orden de alejamiento depende del magistrado encargado del caso, pues es él quien evalúa si la situación de la víctima es de tal riesgo que se hace necesaria una protección extra para garantizar que el agresor guardará las distancias impuestas, conforme explican en el Ministerio de Igualdad.

El sistema ha despertado la curiosidad en Francia, cuyo Gobierno estudia la implantación de un modelo similar al impulsado en España. No en vano, fuentes de Igualdad aseguraron estar recibiendo frecuentes llamadas de medios de comunicación galos interesados por conocer los detalles relacionados con el desarrollo de esta medida.

En total, Igualdad, Interior y Justicia pactaron la contratación inicial de 3.000 dispositivos al consorcio Securitas Direct-Telefónica el pasado mes de julio, pero no fue hasta principios de agosto cuando se implantó la primera pareja de localizadores, a petición de un juez de la Comunidad Valenciana.

Tanto el inculpado como la víctima se equipan con un dispositivo. En el primer caso, se trata de un brazalete ajustable a la muñeca o el tobillo que funciona como transmisor de radiofrecuencia y que lleva aparejado un dispositivo de rastreo GPS. El transmisor envía señales al centro de control para verificar que el inculpado lleva consigo el localizador y es capaz de activar una alarma en el momento de coincidir a menos de 500 metros con el dispositivo de la víctima.

Ella, en cambio, porta consigo un dispositivo parecido a un teléfono móvil que permite la comunicación de voz y datos con el Centro de Control, incluye un sistema de localización geográfica por GPS, un botón de pánico para activar en casos de emergencia y un dispositivo de radiofrecuencia que detecta la proximidad del agresor para advertir tanto a la víctima como al centro si éste se acerca.

Fuente El País

Los maltratadores harán terapia con mujeres agredidas

¿De qué le sirve a un maltratador cumplir condena como jardinero? Si barre unos meses las calles, ¿cambiará su actitud hacia las mujeres? El Ministerio del Interior busca que las medidas alternativas a la cárcel guarden más relación con el delito cometido y, por tanto, la función rehabilitadora sea más eficaz. Una iniciativa de Instituciones Penitenciarias prevé sustituir los trabajos en beneficio de la comunidad por la asistencia de los maltratadores a talleres de sensibilización en los que entrarán en contacto con víctimas de violencia machista.

La población reclusa en España por delitos de violencia de género alcanza las 3. 600 personas. Pero una mayoría de maltratadores (34.000) no llegan a pisar la cárcel. Y a buena parte de éstos (19.000) se les sustituye la pena por la realización de trabajos en beneficio de la comunidad. Ése es el target para el que Interior busca soluciones. "Hay que educar al maltratador para que tome conciencia de su situación y del daño que ha hecho a la víctima. El objetivo es reducir al mínimo la reincidencia", detalla Miguel Ángel Vicente, subdirector de Coordinación Territorial de Instituciones Penitenciarias.

En los talleres, que podrían ponerse en marcha en los próximos meses, se enseñarán al maltratador habilidades comunicativas para evitar el estallido de conflictos violentos. En la vertiente práctica, los agresores entrarán en contacto con la realidad cotidiana de las víctimas a través del testimonio de diversas mujeres que han sufrido malos tratos. Aunque "en ningún caso tendrán delante a la mujer a la que han maltratado", puntualiza Vicente. Las asociaciones que apoyan a las víctimas de violencia machista explicarán su punto de vista para "crear empatía" en el maltratador y evitar situaciones de riesgo.

El primer paso, sin embargo, pasa por hacer que los maltratadores sean conscientes de que lo son. Es lo que llaman motivación al tratamiento. "Los agresores que están en la calle siguen en contacto, de forma cotidiana y normal, con mujeres. Si ni siquiera los presos se identifican como infractores, ellos, que están fuera, menos aún", argumenta el subdirector. La toma de conciencia es el prólogo para que el hombre "rompa la asimetría de poder entre hombre y mujer que tiene en su cabeza".

El condenado deberá asistir a entre 15 y 20 sesiones. Habrá "diversos itinerarios", en función de la gravedad de las condenas. El planteamiento es similar al que ya funciona en el caso de los condenados por delitos contra la seguridad vial. En algunas comunidades autónomas, los conductores que han cometido una infracción grave eluden la cárcel si asisten a talleres. Allí entran en contacto con asociaciones y víctimas de accidentes.

Instituciones Penitenciarias ya ha elaborado el proyecto, que ha sido pergeñado junto con diversas asociaciones de mujeres y de asistencia a víctimas de malos tratos. Para aplicarlo es necesaria una reforma legal, aunque el Ejecutivo "ya está trabajando en ello", insiste Vicente. Interior también ha "contactado con las autoridades judiciales" para constatar que el plan tendrá buena acogida y que es posible aplicarlo.

Fuente El País