Un jurado popular ha declarado por unanimidad culpable de un delito de asesinato al ciudadano portugués Eduardo José de Mello, quien mató a su ex compañera sentimental tras infligirle hasta 75 heridas con un puñal y una catana en agosto de 2003 en Barcelona.
Los nueve miembros del jurado consideran a De Mello culpable de asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento, y con la atenuante de su confesión espontánea, ya que se presentó en un juzgado para confesar el crimen.
De Mello, que ha sido juzgado esta semana en la Audiencia de Barcelona, fue expulsado el pasado lunes de la sala tras encararse con la juez y negarse a declarar por considerar que el juicio era una "payasada" y que ya estaba todo juzgado.
Los hechos ocurrieron el 13 de agosto de 2003, cuando el condenado, estando a solas con la víctima en su casa, habría aprovechado para seccionarle el cuello y apuñalarla repetidamente, utilizando para ello una catana de 68 centímetros de longitud y un puñal de 11 centímetros de hoja.
Según explicó la fiscal durante el juicio, Eduardo José llamó presuntamente a Rosenda la tarde del 12 de agosto para pedirle que le llevara a casa medicamentos para el dolor de muelas. Al llegar al domicilio del acusado, ya por la noche, éste le habría pedido dinero para pagar una multa por un juicio anterior.
Rosenda se negó a entregarle dinero y fue entonces cuando Eduardo José empezó a darle puñetazos en la cara. A continuación, el acusado cogió el puñal y se lo clavó en la espalda más de 60 veces. Con el mismo cuchillo, de espaldas a Rosenda, Eduardo José le habría seccionado el cuello "con gran fuerza". Después, el acusado cogió presuntamente la catana y se la clavó en el vientre, acabando así con la vida de Rosenda. En total, Eduardo José le causó 75 heridas.
El procesado fue detenido tras confesar en el Juzgado de Guardia de Barcelona que había matado a su mujer con una espada japonesa e indicar a la Policía el domicilio donde se hallaba el cadáver.
Fuente El Mundo
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Los nueve miembros del jurado consideran a De Mello culpable de asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento, y con la atenuante de su confesión espontánea, ya que se presentó en un juzgado para confesar el crimen.
De Mello, que ha sido juzgado esta semana en la Audiencia de Barcelona, fue expulsado el pasado lunes de la sala tras encararse con la juez y negarse a declarar por considerar que el juicio era una "payasada" y que ya estaba todo juzgado.
Los hechos ocurrieron el 13 de agosto de 2003, cuando el condenado, estando a solas con la víctima en su casa, habría aprovechado para seccionarle el cuello y apuñalarla repetidamente, utilizando para ello una catana de 68 centímetros de longitud y un puñal de 11 centímetros de hoja.
Según explicó la fiscal durante el juicio, Eduardo José llamó presuntamente a Rosenda la tarde del 12 de agosto para pedirle que le llevara a casa medicamentos para el dolor de muelas. Al llegar al domicilio del acusado, ya por la noche, éste le habría pedido dinero para pagar una multa por un juicio anterior.
Rosenda se negó a entregarle dinero y fue entonces cuando Eduardo José empezó a darle puñetazos en la cara. A continuación, el acusado cogió el puñal y se lo clavó en la espalda más de 60 veces. Con el mismo cuchillo, de espaldas a Rosenda, Eduardo José le habría seccionado el cuello "con gran fuerza". Después, el acusado cogió presuntamente la catana y se la clavó en el vientre, acabando así con la vida de Rosenda. En total, Eduardo José le causó 75 heridas.
El procesado fue detenido tras confesar en el Juzgado de Guardia de Barcelona que había matado a su mujer con una espada japonesa e indicar a la Policía el domicilio donde se hallaba el cadáver.
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