Este médico forense de 45 años, referente científico para los colectivos feministas y para toda la política anti violencia de género que se ha hecho en España en los últimos años, abraza el cargo con un puñado de mensajes. "Vamos a actuar sobre los hombres. Hay que remover los valores que llevan a la conducta violenta. El hombre usa las referencias culturales que tiene para ejercer su dominio".
A partir de este viernes, cuando el Consejo de Ministros apruebe su nombramiento en sustitución de Encarnación Orozco, Lorente dejará de ser el director general de Asistencia Jurídica a las Víctimas de la Junta de Andalucía y trasladará su casa a Madrid, la ciudad donde el pasado lunes conoció en persona a la ministra de Igualdad.
Lorente fue invitado por algunas asociaciones feministas al acto de toma de posesión de Bibiana Aído y la saludó brevemente en persona.
Dos días después, este miércoles, la ministra le telefoneó, ambos mantuvieron una larga conversación sobre la "compleja" violencia de género y al finalizar la charla, Bibiana Aído le ofreció ser delegado del Gobierno. "Le dije que sí inmediatamente".
Autor de libros como 'Mi marido me pega lo normal', 'Agresión a la mujer: Maltrato, violación y acoso' o 'El rompecabezas, anatomía de un maltratador', este profesor asociado de Medicina Legal en la Universidad de Granada cree que el hecho de que un hombre sea nombrado responsable de la lucha contra la violencia machista es un "acto simbólico fundamental".
"Detrás de la violencia de género hay formas míticas y prejuicios que ocultan la idea de la superioridad, el 'lo mío vale más que lo tuyo'. El hombre impone así su modelo y si no lo consigue o no lo cree conseguido recurre a la violencia. La violencia aparece así camuflada de normalidad, por lo que actuar frente a ella con un hecho simbólico resulta fundamental. Muchas veces se piensa que la violencia machista es cosa de mujeres, que sólo le importa a las feministas. Nombrar a un hombre es implicar a los hombres en esta lucha. Es un acto simbólico pleno".
'Muchas veces se piensa que la violencia machista es cosa de mujeres. Nombrar a un hombre es implicar a los hombres en esta lucha', dice Lorente
Para Lorente, las cifras del asesinato y la agresión machistas son un dato para trabajar en la "individualización" de los casos. "A las mujeres les diremos que sigan denunciando, porque el riesgo no está en la denuncia sino en la ruptura. Por eso intentaré darle al Observatorio contra la Violencia de Género un carácter más científico, que individualice los casos para que sepamos diferenciar bien las formas de violencia. No hay dos asesinatos iguales, no hay dos denuncias iguales".
Entre sus objetivos, ronda la palabra prevención. "La fase anterior de la Delegación fue un inicio, un arranque. Había mucho por hacer y se hizo, pero aún hay que hacer más. Hay que abordar la prevención en dos campos. La terciaria, que abarca los casos identificados, y sobre la que se hacen las valoraciones del riesgo. Y la primaria, una sensibilización crítica contra los valores que llevan a los hombres a recurrir a la violencia".
Fuente El Mundo
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