jueves, marzo 23, 2006

La policía arresta al marido de la mujer que murió quemada


Los agentes de policía sospechan que fue el esposo quien causó el fuego en la cama donde pereció la víctima

El incendio fue, al parecer, intencionado y el presunto autor es el marido de la víctima. La policía ha arrestado al esposo de la mujer que el lunes murió quemada al arder su cama en una casa de Valencia. El hombre, que se intoxicó con el humo, permanece hospitalizado bajo custodia policial.
El incendio en el que el lunes falleció una mujer en Valencia se ha convertido en un nuevo caso de violencia de genero. La víctima es Susana A. R., de unos 30 años, vecina de la calle Vicente Peris. La Policía Nacional arrestó ayer por la tarde a su marido por su presunta implicación en la muerte, según confirmaron fuentes próximas al caso.

Mientras, el hombre mejora de sus heridas en el Hospital La Fe de Valencia, donde está custodiado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Su estado es grave, según fuentes sanitarias. Paco, de 44 años, sufrió algunas quemaduras y una fuerte intoxicación por inhalación de humo. Una ambulancia lo evacuó al centro sanitario después de que dos vecinos lo sacaran, al borde de la muerte, de la vivienda repleta de humo.

Tanto agentes de Homicidios como personal de Policía Científica han trabajado en las últimas horas para esclarecer el origen del fuego, que comenzó en la cama en la que yacía la víctima mortal, en el dormitorio de la vivienda. Todos los indicios apuntan a que, al parecer. fue intencionado. No ha trascendido el método con el que se inició.

Como informó ayer LAS PROVINCIAS, la pareja se veía envuelta en continuas discusiones y el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana tenía conocimiento de “antecedentes por violencia familiar”. El juez encargado del caso no quiso ayer precisar en qué consisten estos antecedentes.

Una persona próxima a la víctima que no quiso identificarse la definió como “una mujer a la que merecía la pena conocer, alegre y con ganas de vivir, pero encerrada en una situación de la que no sabía muy bien cómo salir”. “Seguramente podría haber vivido en paz si en su vida se hubiera cruzado con personas que desean amar a los demás”, destacó.

La última pelea de la pareja se produjo la noche antes del crimen. El vecino que vive en el piso superior escuchó gritos como “¡Vete de aquí!”. “Sobre la una y media de la madrugada se oyeron muchos golpes y jaleo de voces y muebles”, aseguró el residente. Otros vecinos indicaron que la policía había intervenido “en más de una ocasión por los malos tratos que ella sufría”.

Fuente Red Feminista

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