lunes, diciembre 27, 2010

El año cerrará con un balance dramático. Sin duda. Son 71 mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas. Cada caso, con un nombre y apellido det

El año cerrará con un balance dramático. Sin duda. Son 71 mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas. Cada caso, con un nombre y apellido detrás, es, sin duda, un drama. Ni qué decir de esta sangría si nos acordamos que hace sólo un año murieron 56 mujeres y que sóloen este diciembre se contabilizaba una mujer muerta cada tres días.

¿Qué ha pasado? ¿Que ha ocurrido este 2010? Nada especial, dicen los expertos que insisten en la necesidad, mejor dicho, obligación, de poner los datos en su lugar y analizar periodos de tiempo más amplios y no quedarse en la instantánea. Y no generalizar fácilmente, detrás de cada muerte hay una historia distinta. "Siempre hay un factor individual", asegura el delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente. "Se pueden encontrar factores comunes pero entre los 71 casos de este año no hay un único perfil de maltratador", puntualiza.

En lo que discrepa respecto a los expertos consultados el hombre fuerte del Gobierno en esta materia es que en este año sí ha habido novedades frente a otros años. Y todos ellos rechazan rápidamente que la crisis económica, y su saldo de cuatro millones de parados, haya tenido que ver en estas dramáticas cifras de 2010. "Otro tópico más", sentenciaSantiago Boira, psicólogo clínico y profesor asociado de la Universidad de Zaragoza y experto en hombres maltratadores.


El eterno mito de la Eva perversa "Hay que relativizar tanto el aumento de los casos de este año como el descenso registrado en 2009", explica Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco y tira de los datos que hay porque realmente en España "se manejan con rigor datos sólo desde 2003". Este año fueron 71 las mujeres muertas y los siguientes fueron 72, 57, 69, 71, 76, 55 hasta llegar a las 71 actuales a falta de terminar este 2010. "Así que, por muy dramático que sea cada caso individualmente se puede hablar de cierta estabilidad".

En esa idea del tiempo incide Santiago Boira, autor del libro 'Hombres maltratadores. Historias de violencia masculina', al recordar lo obvio, aunque no por ello menos importante, que "las estructuras de género están grabadas tanto en hombres como en mujeres. El comportamiento está interiorizado". Lo ratifica y advierte el delegado del Gobierno ante los críticos con la Ley Integral contra la Violencia de Género, de diciembre de 2004: "La sociedad española no ha cambiado en seis años toda su Historia de relación desigual".

Lo que sí ha cambiado este 2010 para Miguel Lorente, delegado del Gobierno es que se ha empezado a esgrimir el argumento de la víctimización de las mujeres con las denuncias falsas. "El año pasado no se hablaba de ello y ni siquiera a principios de este año la pregunta sobre denuncias falsas existía". Los datos los ha dado el Consejo General del Poder Judicial (0,18%) y la Fiscalía del Estado (0,018%). Sin embargo el debate ha surgido en la sociedad con fuerza y "el maltratador se refuerza en su comportamiento y se legitima más", explica Lorente. "El eterno mito de la Eva perversa".


Para el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Ciudad Real "no existían pruebas de una situación de riesgo objetivo suficientemente acreditado para la denunciante, especialmente cuando no se había constatado ninguna agresión previa", por lo que denegó la orden de protección a la joven que fue asesinada al mes por su marido. Boira, desde su amplia experiencia con hombres maltratadores, dice que"es muy complicado establecer un patrón de riesgo" y recuerda como en muchos casos de muertes no ha habido una denuncia previay que una cuarta parte de la mujeres asesinadas seguían conviviendo con su asesino.Miguel Lorente sí reconoce que el 30% de las sentencias son absolutorias. "Es un porcentaje alto", dice, pero eso lo único que significa "es que no hay pruebas para romper la presunción de inocencia". Recuerda la muerte de Pozurna (Ciudad Real) en la que la mujer denunció amenazas y al mes siguiente fue asesinada.

Efecto imitación o paso a la acción

Otra circunstancia que ha cambiado este año es que ha habido meses con una gran concentración de casos, como fue junio y está siendo este diciembre. Ello tiene un efecto de imitación en el maltratador porque"matar para una persona maltratadora es muy difícil". Los violentos se construyen argumentos y legitiman su forma de actuar y deciden pasar a la acción. Recuerda Lorente como un hombre mató a martillazos a su mujer en Roquetas (Almería) y pocos días después otro hacía lo mismo en A Coruña.


También para este psicólogo clínico es "muy aventurado afirmar que la violencia aumenta" porque con la crisis económica hay menos divorcios. El objetivo del maltratador no es la muerte de la mujer que tiene como pareja sino su sometimiento y utiliza el miedo como herramienta y esa violencia psicológica puede llegar al asesinato.En contra de lo que se cree, el maltratador es "una persona normal y no es consciente del problema que tiene", dice Santiago Boira, porque en el asunto de la violencia de género hay que"desmontar muchos tópicos",como que detrás de cada muerte hay una situación de desempleo, alcohol o consumo de sustancias. Y añade que este colectivo "no tiene un problema psicopatológico de libro". "Hasta agosto, el porcentaje de parados que hubieran agredido a sus mujeres era muy bajo", dice Lorente.

Recuerdo de lo inmediato

La instantánea es lo que queda, la última foto con el traslado del cadáver y la memoria engaña. "Se hace un balance de desastre por el recuerdo de lo más inmediato", advierte el catedrático de la Universidad del País Vasco. Más datos que exponen Echeburúa y Miguel Lorente Acosta. Hay 600.000 víctimas de malos tratos, cerca de 140.000 denuncias y 70 mujeres asesinadas. Además, Echeburúa también quiere colocar los datos de España frente a Europa y los países nórdicos para desterrar más tópicos: "el del Sur con países calientes".


Por último, en cuanto a porcentajes, en España, entre el 30 y 40% de losasesinos y víctimas son inmigrantes teniendo en cuenta que entre un 13 y 15% de la población total española es inmigrante.En España hay 2,81 mujeres mayores de 14 años muertas por violencia machista por cada millón frente aEuropa con una media de 3,94. En Dinamarca la cifra alcanza 5,4; en Finlandia, 9,3; la "superfeminista" -insiste Echeburúa- Noruega, 3,67; y Suiza y Reino Unidos duplican la media española. Y para más inri, recuerda Boira, que las políticas de igualdad llevan mucho más tiempo implantadas en los países nórdicos.

La ley de Violencia Integral, cuestionada

Igual que se ha empezado a manejar el argumento de la víctimización de las mujeres se debate sobre la idoneidad de la Ley Integral de Violencia de Género. "La ley no es mala, es una ley buena, pero no ha conseguido frenar la sangría de asesinatos", dice Echeburúa quien cree, además, que ya es "suficientemente dura".

Argumenta que en este tipo de violencia lo más espectacular son los asesinatos que quedan, pero no hay que infravalorar las 140.000 denuncias habidas por maltrato en 2009, "lo que significa que con la leylas mujeres están dispuestas a romper con el miedo y con la vergüenza de lo que es la intimidad del hogar familiar".


En contra está Natalia Ortega, psicóloga de Activa Psicología y Formación, especialista en Maltrato y Abuso Sexual Infantil, para quién es "evidente que la ley no está consiguiendo los objetivos deseados, puesto que siguen incrementando el número de muertes y hoy en día hay muchas mujeres que no encuentran el valor para denunciar". Boira aporta a este respecto que hay que "seguir investigando porqué no denuncian". Por su parte, Lorente cree que el impacto positivo de la ley de 2004 no se valora.Es más para este catedrático de Psicología Clínica "es una ley muy efectiva para proteger a las víctimas". Para el profesor asociado de la Universidad de Zaragoza "fue importantísima para ayudar aentender la violencia de género", lo que no quita que haya que mejorarla "pero pone en su sitio un problema en el que había respuestas muy tímidas".

No lavarse las manos

La batalla hay que darla en otros campos, coinciden Echeburúa y Boira. "Hay que buscar otros procedimientos que no dependan sólo de medidas legislativas como trabajar en educación, prevención y programas de concienciación", concreta el primero que cree que en "España se ha tomado conciencia de que es una situación inadmisible". Se trata de implicar a todos los agentes (hogar, escuela, médicos de familia, aumentar los juzgados de violencia de género y dotar de más medios para las pruebas periciales, medios de comunicación, campañas de sensibilización como al de la tarjeta roja al maltrato, etc.) para tener "una lluvia fina que vaya calando".


"Es un problema de larguísima distancia", sentencia este psicólogo clínico. "Un problema de hombres y de mujeres, que socialmente en el pasado era sólo de mujeres". La rehabilitación del hombre, hacerle entender que "en su relación ha hecho daño y que él es el responsable de su comportamiento es complicado, pero no imposible". El delegado del Gobierno va más allá: "Es posible acabar con la violencia de género". Es partidario de hacer una lectura en positivo y no utilizar el sentido negativo. Es más: "No hay que dejar el futuro en manos de 71 asesinos". El presupuesto del Gobierno en esta materia se mantiene en 300 millones. "Es una apuesta decidida", concluye.Ambos expertos defienden que en todo este entramado de la violencia de género, "que es responsabilidad de todos y en el que no debemos lavarnos las manos", se ha detrabajar paralelamente sobre el comportamiento de los hombres, sin olvidar a los más jóvenes, y en la protección de las víctimas de maltrato. Santiago Boira hace hincapié en que las estadísticas judiciales arrojan que hay una parte de la población muy jóven con este comportamiento. "La violencia es un atajo para afrontar el conflicto y que el otro haga lo que yo quiero", dice.

Fuente El Mundo

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