Vicente Magro, anunció ayer que a partir del año que viene empezará a funcionar un programa de investigación para "tratar de descubrir las raíces estructurales de la violencia doméstica".
Para realizar el estudio se contará con la colaboración de condenados por malos tratos que ya han asistido al curso de rehabilitación. Según el magistrado, por el momento ya se han apuntado al programa un total de 35 voluntarios.
El objetivo del programa de investigación es realizar un seguimiento individualizado de condenados por maltrato con el objetivo de determinar el sistema de valores de los agresores y qué les ha llevado a ejercer la violencia. Para ello se trabajará por las tardes en las instalaciones judiciales con un grupo reducido de condenados a los que se les haya suspendido la pena y que quieran participar voluntariamente.
Según Vicente Magro, el programa contará con la intervención de psicólogos, sociólogos y juristas. Aunque todavía no hay fecha de inicio, todo hace prever que las sesiones de trabajo comiencen a partir del mes de abril del año 2006.
El magistrado señaló que el estudio ya ha sido solicitado por el Centro Reina Sofía. De hecho, «la mayoría de los estudios existentes proceden de muestras obtenidas en ambientes carcelarios y no muestran la realidad psicosocial del problema», explicó.
La presentación del programa se realizó en una rueda de prensa convocada por Vicente Magro para realizar un balance sobre los cursos de rehabilitación de maltratadores. El magistrado se mostró muy satisfecho del desarrollo de la duodécima sesión iniciada el lunes, ya que, «entre el 70% y el 75% de los asistentes han admitido que habían sido condenados justamente».
El juez destacó la interactividad de los procesados en las jornadas. «Los mismos condenados advertían a sus compañeros que han de cambiar», explicó. De hecho, a los asistentes «se les ha preguntado si quieren venir en posteriores sesiones a hablar a otros condenados».
Ingreso en prisión
El curso se reinició el lunes con 114 asistentes y faltando 36 condenados, para los que la Audiencia ha solicitado que se les revoque la pena e ingresen en prisión, tal como estipula la ley. Para poder realizar adecuadamente las sesiones, los asistentes se dividieron en dos grupos.
Aunque ayer acabaron el curso un total de cien condenados, entre ellos cuatro mujeres, todavía deben terminarlo otros 200. Para ello, a partir de enero se realizarán dos sesiones mensuales con grupos de 40 personas, de manera que el ciclo de rehabilitación dure un trimestre en lugar de un año, como venía sucediendo hasta ahora.
Magro señaló que a pesar de que desde el pasado mes de junio la asistencia a los cursos de rehabilitación son obligatorios cuando se suspende la pena de prisión, sólo Alicante, el País Vasco y Cataluña cuentan con este tipo de sesiones. En las otras autonomías, «los procesados quedan impunes».
Según Vicente Magro, al acabar el curso de formación varios asistentes le habían dado las gracias porque «por sí solos nunca hubieran asistido a ningún programa formativo».
Fuente La Verdad
Para realizar el estudio se contará con la colaboración de condenados por malos tratos que ya han asistido al curso de rehabilitación. Según el magistrado, por el momento ya se han apuntado al programa un total de 35 voluntarios.
El objetivo del programa de investigación es realizar un seguimiento individualizado de condenados por maltrato con el objetivo de determinar el sistema de valores de los agresores y qué les ha llevado a ejercer la violencia. Para ello se trabajará por las tardes en las instalaciones judiciales con un grupo reducido de condenados a los que se les haya suspendido la pena y que quieran participar voluntariamente.
Según Vicente Magro, el programa contará con la intervención de psicólogos, sociólogos y juristas. Aunque todavía no hay fecha de inicio, todo hace prever que las sesiones de trabajo comiencen a partir del mes de abril del año 2006.
El magistrado señaló que el estudio ya ha sido solicitado por el Centro Reina Sofía. De hecho, «la mayoría de los estudios existentes proceden de muestras obtenidas en ambientes carcelarios y no muestran la realidad psicosocial del problema», explicó.
La presentación del programa se realizó en una rueda de prensa convocada por Vicente Magro para realizar un balance sobre los cursos de rehabilitación de maltratadores. El magistrado se mostró muy satisfecho del desarrollo de la duodécima sesión iniciada el lunes, ya que, «entre el 70% y el 75% de los asistentes han admitido que habían sido condenados justamente».
El juez destacó la interactividad de los procesados en las jornadas. «Los mismos condenados advertían a sus compañeros que han de cambiar», explicó. De hecho, a los asistentes «se les ha preguntado si quieren venir en posteriores sesiones a hablar a otros condenados».
Ingreso en prisión
El curso se reinició el lunes con 114 asistentes y faltando 36 condenados, para los que la Audiencia ha solicitado que se les revoque la pena e ingresen en prisión, tal como estipula la ley. Para poder realizar adecuadamente las sesiones, los asistentes se dividieron en dos grupos.
Aunque ayer acabaron el curso un total de cien condenados, entre ellos cuatro mujeres, todavía deben terminarlo otros 200. Para ello, a partir de enero se realizarán dos sesiones mensuales con grupos de 40 personas, de manera que el ciclo de rehabilitación dure un trimestre en lugar de un año, como venía sucediendo hasta ahora.
Magro señaló que a pesar de que desde el pasado mes de junio la asistencia a los cursos de rehabilitación son obligatorios cuando se suspende la pena de prisión, sólo Alicante, el País Vasco y Cataluña cuentan con este tipo de sesiones. En las otras autonomías, «los procesados quedan impunes».
Según Vicente Magro, al acabar el curso de formación varios asistentes le habían dado las gracias porque «por sí solos nunca hubieran asistido a ningún programa formativo».
Fuente La Verdad
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