viernes, febrero 08, 2008

Justicia y Trabajo firman un protocolo para el intercambio de datos sobre violencia doméstica

El secretario de Estado de Justicia, Julio Pérez, y la secretaria general de Políticas de Igualdad del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Soledad Murillo, firmaron ayer, en la sede del Ministerio de Justicia, un Protocolo de actuación conjunta entre ambos Ministerios para la explotación estadística, estudio y análisis de datos disponibles en materia de violencia sobre la mujer.

Este Protocolo permitirá la cooperación en el acceso y desarrollo de dos instrumentos clave, como son el Registro Central para la Protección de Víctimas de la Violencia Doméstica (RCPV) y la Base de datos “Asklepios”, en que se recoge la información sobre la valoración integral y singularizada de las víctimas. Ambas herramientas, dependientes del Ministerio de Justicia, permiten combatir el problema de la violencia doméstica desde dos flancos complementarios: los datos judiciales, a partir del RCPV, y los datos sociales, familiares, económicos y biográficos (antecedentes), para la pertinente valoración de riesgos y medidas a tomar, en que consiste el sitema “Asklepios”.

A través del presente Protocolo, ambos Ministerios podrán mantener una cooperación más fluida para combatir el problema de la violencia doméstica y de género, pudiendo tener acceso la Delegación Especial del Gobierno contra la Violencia de la Mujer a los datos estadísticos (aunque no los personales) disponibles.

En el Real Decreto de Mayo de 2007 se operó la última reforma del Registro Central para la Protección de las Víctimas de la Violencia Doméstica, que perseguía permitir a nuevos organismos el acceso al mismo. En atención a la importante función estadística que la Delegación está llamada a cumplir por disposición del Plan Nacional de Sensibilización, ha sido el principio general de cooperación entre Ministerios el que ha llevado a celebrar este Protocolo de actuación. A través de éste, el Ministerio de Justicia pone a disposición de la Delegación Especial, cada cuatrimestre de los dos próximos años (con prórroga automática bianual), unos ficheros informáticos que contengan los datos sobre violencia, referidos en el anexo del Protocolo, y que son los pertenecientes a los dos instrumentos mencionadas.

Por un lado, los datos del RCPV, de carácter judicial (número de denunciados, órdenes de protección y medidas cautelares tanto las incluidas en éstas como las independientes de ellas, y con distinción entre las de violencia doméstica y las de violencia de género, renuncias de las víctimas, sentencias, delitos y faltas objeto de los procedimientos, penas y medidas de seguridad impuestas, condenas suspendidas y suspensiones revocadas, edad y nacionalidad de la víctima y su relación con el imputado). Y, en segundo lugar, los recogidos en la Base de Datos “Asklepios” (número de casos, relación doméstica, grado de desvalimiento de la víctima en su caso, concurrencia de agresión sexual, problemas o complejidad del caso, valoración de historia violenta, riesgo y medidas).

Se establece que, en todos aquellos datos que, de uno u otro origen, facilite el Ministerio de Justicia a la Delegación Especial se excluirá, no obstante, cualquier información que permita la identificación de los interesados.

Por su parte, el compromiso que a través de este Protocolo asume el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales es el de realizar la explotación estadística de información suministrada.

jueves, febrero 07, 2008

El Lute niega haber pegado y amenazado a su ex pareja

Eleuterio Sánchez, El Lute, volvió ayer al banquillo de los acusados. El famoso ex convicto que puso en jaque a las autoridades de los últimos años del franquismo se enfrenta ahora a una denuncia de su ex pareja, Carmen Cañavate. Le acusa de dos delitos de lesiones y uno de amenazas. El Lute, de 64 años, negó ayer ante el titular del Juzgado de lo Penal 3 de Sevilla haber golpeado y amenazado de muerte a su ex mujer.

Los hechos ocurrieron el 16 de febrero de 2006, cuando Eleuterio llegó a su casa y, según Cañavate, comenzó a insultarla, a recriminarle su supuesta infidelidad y la golpeó varias veces. "Primero me dio en los brazos y muy fuerte en las piernas", contó ella. "Después me golpeó con la mano abierta en la cabeza". Esa misma tarde, Cañavate abandonó el domicilio con sus dos hijos

Quince días más tarde, El Lute se enteró de que Cañavate estaba en Punta Umbría (Huelva) y se presentó. "Tenía conocimiento de que se entendía con un señor y quise presenciarlo con mis propios ojos", declaró.

El relato de lo que pasó cuando se encontraron difiere según lo cuente él o ella. El Lute asegura que vio venir a la mujer y a su acompañante "abrazados como niños", le pidió a él que se fuera y la agarró a ella "levísimamente" para que entraran en el coche a hablar "como adultos". Según su ex pareja, El Lute gritó al hombre que le acompañaba, la zarandeó a ella y le espetó: "Estás condenada a muerte".

El acompañante de Cañavate y actual pareja sentimental, Teodoro Leandres, confirmó el relato de la mujer, aunque tanto el fiscal como el abogado de El Lute advirtieron a ambos de que existían contradicciones entre lo que estaban declarando y lo que contaron en su día a la Guardia Civil.

Fuente El Mundo

¿Muerto por orden de alejamiento?

El último vestigio de Anselmo Martín sobre la Tierra es un BMW azul celeste de los años 80. Pura chatarra. Casi sin cristales. Un esqueleto. Está aparcado en la calle Braille, en el barrio Fuencarral de Madrid.

Una carrocería descascarillada, cuatro ruedas pinchadas y un vertedero en el interior: Un brick de vino peleón, otro de zumo de manzana, una lata de atún convertida en cenicero, un mendrugo de pan como una piedra y tres cartones a modo de mantas.

Así fue su última casa, y probablemente también su última cena. Anselmo, de 44 años y manco de la mano derecha, murió en la madrugada del miércoles en los calabozos del Complejo Policial de Moratalaz.

En sus últimas horas pasó por una orden de alejamiento de su mujer, dos noches durmiendo en el andrajoso coche, una patrulla policial que llega, su mujer que le denuncia otra vez, un dolor en el pecho, dos exámenes médicos que le certifican como sano, y una muerte por parada cardiaca en comisaría. EL MUNDO le cuenta la historia de su muerte. Comienza el martes.

* 16.00 horas.
Una patrulla de la Policía Nacional se presenta en la calle Braille, 4. Alguien les ha avisado de que alguien habita en un BMW matrícula M-3006-JC prácticamente desguazado. Efectivamente, Anselmo Martín duerme en esos monentos en el asiento de atrás. En el atestado, los agentes consignan que les da un papel: se trata de una orden de alejamiento dictada sólo dos días antes.
Parte trasera del coche de Anselmo.
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* 16.10 horas.
Una mujer aparece gritando a los policías. Es la esposa de Anselmo, Pilar Martínez, de 38 años, que viene casi contando los metros. Desde su casa en Anastasia López hasta la chatarra de Anselmo no habrá ni 250 metros: Ni la mitad de los 500 a que obliga la orden de alejamiento. Pilar dice que no va hasta la comisaría a denunciar a Anselmo porque no tiene a quién dejar sus tres hijos de corta edad, pero que lo den por denunciado. Los agentes se disponen a llevarse al hombre, pero...

* 16.15 horas.
...Pero Anselmo dice que siente un "fuerte dolor en el pecho", por lo que se llama al Samur. La unidad llega rápidamente. El informe, al que ha tenido acceso este diario, dice: "Tórax estable. No fiebre. Buena coloración. Buena movilidad. Bien hidratado". Y así. Todo en orden. Pero, por si acaso, "se recomienda acudir al Hospital La Paz para valoración". La Policía se lleva a Anselmo. Bajo el BMW, el miércoles, aún quedaba un guante azul del Samur tirado bajo el parachoques.

Fuente El Mundo