jueves, abril 26, 2007

Cada 12 minutos se detiene a un hombre por violencia de género

Policía y Guardia Civil detuvieron el año pasado en España a 45.296 hombres por violencia de género; esto es, un detenido cada 12 minutos y, en total, casi tantos como habitantes tiene la ciudad de Huesca, por ejemplo. Los datos del Ministerio del Interior conocidos ayer por este periódico revelan que una de cada 10 detenciones por infracción penal se relacionan con la violencia contra la mujer. Estas cifras atizan la polémica abierta en el ámbito judicial y entre grupos feministas. Algunos opinan que esto prueba la sensibilización contra el maltrato; otros, que se detiene sin suficientes pruebas.
Respecto a los procesos abiertos en los tribunales por violencia machista el año pasado, más de 84.000, una cifra equivalente a la de denuncias, en un 53% de los casos ha habido una detención. Y eso sin tener en cuenta las practicadas por las policías autonómicas del País Vasco y Cataluña. "Es más fácil detener cuando la víctima sabe quién ha sido el agresor", explican en el Ministerio del Interior para justificar que un 11,4% de las 253.723 detenciones se deben al maltrato machista. Algo más de una de cada 10.

La delegada especial del Gobierno contra la Violencia sobre la Mujer, Encarnación Orozco, opina que estas cifras demuestran que la sociedad, y no sólo las víctimas, está cada vez más implicada en la lucha contra estas agresiones. "La mayoría de las detenciones se producen por denuncias, no sólo de las mujeres, sino de su entorno más cercano. Eso indica que hay una sensibilización colectiva sobre este asunto", dijo Orozco.
El número de detenciones relacionadas con la violencia de género ha sido uno de los asuntos más polémicos tanto en el ámbito jurídico como entre los grupos feministas, porque se discrepa sobre la necesidad de detener en casos en los que quizá no hay suficientes pruebas previas. "Detener ya es bastante castigo para una persona si resulta que no hay razón para ello", afirma María Sanahuja, decana de los juzgados de Barcelona, que suele dar voz a la discrepancias respecto a estas prácticas. "He visto a personas detenidas que han pasado una noche en calabozos horribles y a la mañana siguiente salían llorando. Tampoco es agradable que alguien vaya a detenerte en tu pueblo o a tu trabajo si luego resulta que no había pruebas previas para ello". Sanahuja cree que se ha pasado de un extremo a otro.
"Antes, a las mujeres que denunciaban malos tratos se las mandaba a casa sin muchos miramientos, ahora, por fortuna, ya no es así, pero detenemos en un porcentaje excesivo, la policía, los jueces y los fiscales estamos actuando con miedo. ¿Qué pasa si no detenemos y luego ocurre algo?, me dicen en las escuelas de policía que he visitado. Esto no puede ser", añade.
Todo lo contrario opina Consuelo Abril, 30 años de abogada y presidenta de la Comisión para la Investigación de los Malos Tratos a las Mujeres. "Quizá el calabozo es excesivo, pero creo que la policía está actuando con diligencia, aunque luego los juzgados de violencia no funcionan correctamente. Ayer mismo me contó un caso una embarazada de siete meses que denunció a su marido por maltrato. No pudo probarlo en el juicio y encima le dijeron que ella podía haber denunciado en falso. 'Menos mal que no me ha dado patadas en la tripa, me decía llorando".
Abril dice que "una mujer denunciando en falso es tan anecdótico como que alguien denuncie que le han robado sin ser cierto. Pero desgraciadamente no tenemos muchos medios para probar el maltrato".
La presidenta del Observatorio Contra la Violencia Doméstica y de Género, Montserrat Comas, opina que el número de detenciones no es excesivo. "No me parece desproporcionado; hay que tener en cuenta que con la ley de violencia de género hay faltas que han pasado a ser delitos y se detiene si hay un criterio de riesgo para ello, pero no todas las denuncias conllevan una detención". Ni siquiera, explica, todos los procesos abiertos son fruto de una denuncia, porque los jueces pueden actuar cuando les llega un parte médico de lesiones presumiblemente por violencia de género.
Pero Sanahuja insiste: "El miedo está llevando a un número excesivo de detenciones sin indagaciones previas mínimas. Y en los juzgados de guardia se ve de todo, desde personas con enfermedades mentales que denuncian a quienes les cuidan en momentos de crisis, hasta los tentados de utilizar esta vía penal para favorecer el proceso civil de un divorcio, por ejemplo".
Consuelo Abril rechaza esto último. "No se necesita causa para hacer un divorcio, nadie sacará más ni menos por eso. Si es por la custodia de los hijos, o algo parecido, habrá que demostrar el maltrato, es simple".

En 2006 se juzgaron en España a 37.521 hombres por violencia de género. En 7 de cada 10 casos (26.313), el resultado fue una sentencia condenatoria, según los datos del Consejo General del Poder Judicial. Además se acordaron 27.078 órdenes de protección, el 75% de las 36.156 que se pidieron.
Desde la entrada en vigor de la ley contra la violencia de género, en la segunda mitad de 2005, las cifras que recogen esta lacra no han dejado de aumentar. Como en otros aspectos de esta norma, esos datos tienen una doble lectura: para unos (PP, pero también algunos grupos feministas), es una muestra del fracaso de la ley; para otros es una buena señal porque refleja más que las mujeres se atreven a denunciar, y no que el fenómeno vaya en aumento.
La ley, con su nueva clasificación de algunas acciones, también se refleja en los datos pormenorizados del tipo de infracciones penales. Las faltas han bajado entre 2004 y 2006 un 49%, de 17.009 a 8.617, debido a la nueva clasificación que endurecía la catalogación de algunos comportamientos, como los malos tratos en el ámbito familiar, que pasaron de ser faltas en algunos casos a ser siempre considerados delitos.
En cambio, entre las faltas aparecen figuras nuevas, como las vejaciones leves. Este descenso en las faltas se ha visto compensado por un aumento de los delitos -más graves penalmente-, que han pasado en ese periodo de 40.518 a 53.553.Lo más frecuente han sido los "malos tratos en el ámbito familiar", con 39.203 el año pasado, una cifra que aumenta hasta los 46.433 si se le incluyen los "maltratos habituales en el ámbito familiar". En total, este apartado representa un 75% de las denuncias.

Este año ha habido 21 muertas por violencia de género y 68 el año pasado. En España se detuvo en 2006 a 45.296 hombres por violencia de género. En el mismo año se celebraron 37.521 juicios que derivaron en 26.313 condenas. Del total de los procedimientos judiciales cerrados en 2006, el 43%, casi la mitad, fue archivado.
Fuente El País