Las ayudas públicas a las víctimas de la violencia machista son "privilegios" e "incentivos para que las mujeres presenten denuncias con el fin de obtener alguno de los beneficios". Y las amenazas que reciben las víctimas son de "consideración subjetiva". Éstas son algunas de las perlas que recoge el documento de trabajo Tratamiento de la violencia de género en España y la Comunidad de Madrid, firmado por Tatiana Torrejón y publicado por el Consejo Económico y Social (CES), el órgano consultivo regional.
Pese a que el CES asegura en una pequeña nota al margen que no se hace responsable de las opiniones en la publicación, la autora agradece a Cabrillo "los comentarios y la revisión de este documento"."Este documento es indignante para las víctimas de violencia", afirmó ayer Elvira Llopis, una de las representantes de CC OO en el CES, que recuerda que el grupo sindical se opuso a que este texto estuviera considerado "documento de trabajo". Explica que normalmente se califica así en el seno del órgano consultivo a informes "que emanan de un grupo o que suponen la base de un trabajo". Pero, en este caso, se trata de un documento firmado por una única persona, Virginia Torrejón, cuya experiencia e idoneidad cuestiona Llopis.
"Ni es experta, ni tiene obra publicada, aunque no nos consta que la hayan pagado. Pero cualquier recién licenciado querría publicar en el CES", agrega. Al teclear el nombre de la autora en el buscador Google de Internet no aparecen enlaces.
En las conclusiones del informe figuran estas afirmaciones:
- "Privilegios de víctimas de la violencia doméstica". La autora del texto denomina "privilegios" a las ayudas públicas. "En el caso de la Comunidad de Madrid, lo que se perciben son 300 euros en un único pago para las situaciones de emergencia", explica Llopis, que aclara que se considera como tal el caso en el que el riesgo de muerte haga salir casi de estampida de su domicilio a la mujer. Por tanto, rebate que haya que esperar hasta que se produce una sentencia, que sólo llega en algunos casos y tras un largo proceso.
- "Las víctimas fingen para beneficiarse de una ayuda". Torrejón sugiere que con las ayudas públicas se motiva a las maltratadas para que "prefieran ser víctimas" en lugar de esforzarse por conseguir un mejor empleo, salario o condiciones laborales. Llega a decir que se generan "incentivos perversos: que las víctimas finjan serlo para beneficiarse de una ayuda económica, por ejemplo". Las ayudas a las maltratadas son escasas: 2.465 mujeres han recibido ayudas para cambiar de domicilio y 167 se beneficiaron de ellas por riesgo de exclusión social desde que está en vigor la ley. La renta activa de inserción la percibieron 10.657 mujeres en 2006.
- "Consideración subjetiva". En el documento se plantea que la amenaza es una "consideración subjetiva". Llopis pregunta: "¿Se atrevería a decir eso de las víctimas del terrorismo de ETA?". El informe también plantea que dictar órdenes de alejamiento "en forma desmesurada genera problemas de control" y alerta del "coste social" que implica poner en marcha la "burocracia judicial y a la policía". En enero, estaban en vigor en toda España 78.550 órdenes de protección, según el Ministerio de Trabajo. En la región, el año pasado se duplicaron las muertes por violencia machista.
Fuente El País
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