El número de mujeres fallecidas por violencia de género aumentó un 17,4% durante los primeros seis meses del año respecto al mismo periodo del año anterior, según un estudio del Centro Reina Sofía de la Violencia, que cifra en 40 las víctimas mortales por esta causa en lo que va de año. Además, desde julio de 2006 a junio de 2007 se ha producido un aumento de las muertes de un 15,15 por ciento, respecto al mismo periodo anterior. Este crecimiento interanual es de un 22,58% entre 2002 y 2007.
Al menos un 42,11% de las víctimas había sufrido previamente malos tratos y un 36,8% de ellas lo habían denunciado. Tres de cada 10 de los agresores tenían en el momento del crimen una orden de alejamiento y el mismo porcentaje contaba con antecedentes policiales.
Dos de cada cinco agresores aún son cónyuges de la víctima cuando cometen el crimen, mientras que un 21% son ex cónyuges; un 10,2%, convivientes; otro 10,2% ex convivientes; otro 10,2% novios; y un 7,6%, ex novios.
El estudio también revela que la Comunidad Valenciana (6) y la Comunidad de Madrid (6) son las regiones en las que se han registrado más casos en términos absolutos. Sin embargo, es Castilla-La Mancha la comunidad con una mayor tasa de feminicidios (víctimas por millón).
Por provincias, Madrid (6), Alicante (4) y A Coruña (3) lideran el ranking. Pero en términos de prevalencia, los primeros puestos los ocupan Soria (24,39), Ciudad Real (9,17) y Toledo (7,75).
Otro dato relevante es que un 65% de las víctimas mortales eran españolas y un 35% extranjeras. Teniendo en cuenta que sólo un 10,55% de las mujeres empadronadas son extranjeras, el informe concluye que existe una "sobrerrepresentación de un 250% entre las víctimas de feminicidios", y especialmente las mujeres iberoamericanas.
"El 20% de las víctimas son iberoamericanas, pero sólo un 7,89% de los asesinos lo son. Las administraciones públicas deberían hacer un especial esfuerzo de prevención de la violencia de género en las relaciones de pareja entre la población inmigrante", recomienda.
Las mujeres entre 25 y 44 años son las que han sufrido más asesinatos en términos absolutos, aunque en términos relativos el tramo de edad corresponde a las que tienen entre 35 y 44 años.
Casi 7 de cada 10 asesinatos se produjo en el domicilio de la víctima y tres de cada cinco murieron por arma blanca. Pero también se han registrado estrangulamientos (12,5%); palizas mortales (7,5%); objetos contundentes (5%); uso de fuego (2,5%); y degollamientos (3,5%). Uno de cada 10 usó un arma de fuego.
En un 7,89% de los casos el agresor ha matado a su pareja en presencia de sus hijos. En cuanto a la época, el mes más sangriento ha sido junio (12 fallecidas). Un 35% de los casos se produjeron en días festivos, aunque el mayor número tuvo lugar en lunes o sábado. En cuanto a las horas del día, estos hechos son más frecuentes de madrugada o por la mañana.
Tras el crimen, el 70% de los agresores fueron detenidos: un 57% fueron arrestados y un 12,5% se entregaron. Mientras, un 12,5% de los asesinos se suicidaron y un 15% lo intentaron. Sólo un 2,5% ha logrado huir.
A juicio de los responsables del informe, estos últimos ponen de manifiesto que se siguen reforzando los mitos en torno a la violencia de género. "Sólo uno de cada 10 agresores se suicida", advierten, al tiempo que lamentan que las noticias sobre estos hechos no informen sobre las detenciones y sí sobre los suicidios.
Fuente El Mundo
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