Una cuarta parte de las mujeres europeas han sufrido violencia física por razón de género al menos una vez en su vida y una de cada diez han padecido agresiones sexuales, lo que genera un coste de 33.000 millones de euros en todo el continente, según datos del Consejo de Europa presentados en Madrid.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido el encargado de presidir la solemne ceremonia de apertura de la conferencia internacional, organizada en el Senado por el Consejo de Europa, para el lanzamiento de su campaña internacional para combatir la violencia contra las mujeres.
Zapatero hizo un llamamiento "a la acción" para combatir la violencia contra las mujeres, exhortó a éstas a denunciar los malos tratos y animó a las "personas decentes" a "librar y vencer" juntos la "guerra" contra el "crimen machista".
El presidente comenzó su intervención con unas palabras de "dolor" para Concepción Pérez, quien supuestamente fue asesinada por su ex marido en la noche del pasado sábado en Almansilla, y quiso extender este homenaje a las otras 61 mujeres muertas este año en España a causa de la violencia doméstica. Perdía la vida en la misma jornada en que todo el mundo alzaba su voz contra este tipo de agresiones con motivo del Día contra la Violencia sobre las Mujeres.
Un informe sobre este problema, presentado en el marco de la conferencia organizada por el Consejo de Europa en el Senado, hace hincapié en el coste de la violencia de género en el ámbito social, judicial, policial o sanitario. Según sus cálculos, el gasto se eleva a 60 euros por persona al año, lo que supone aproximadamente 2.400 millones por Estado.
Por sectores, el informe estima que los principales costes vienen determinados por el absentismo laboral, la reducción de la productividad o los accidentes de trabajo (707 millones); coste humano y emocional (628 millones); atención social a menores (590); asistencia jurídica (61 millones) y asistencia sanitaria (371 millones).
El informe, expuesto por la profesora de Estudios de Género Carol Hagemann (Universidad de Osnabrück, Alemania) destaca las consecuencias que supone la violencia, traducidas en abuso de drogas (nicotina, alcohol o psicofármacos), problemas sexuales o psicológicos.
Además, llama la atención sobre los efectos que provocan estas situaciones en los menores, como estrés postraumático y advierte de que los niños que son testigos de violencia sobre sus madres, tienden a reproducir estas conductas cuando son mayores, mientras que las niñas, son más proclives a sufrir violencia de género al llegar a adultas.
El Consejo de Europa reconoce que la mayoría de los Gobiernos ha impulsado planes de acción contra este problema. De hecho, el comisario de Derechos Humanos, Thomas Hammarberg, considera que España "ha llevado la batuta" contra este problema. No obstante critica que "se ha dejado en manos de las ONG" la protección a las víctimas y, a menudo, éstas no reciben la financiación necesaria.
El comisario de Derechos Humanos denunció que las medidas tomadas "están siendo inadecuadas", advirtiendo de que la mayoría de las víctimas son agredidas en su propio domicilio. Por ello el Consejo reclama que se haga hincapié en las medidas de protección y alejamiento, los servicios de apoyo, la detección en el ámbito sanitario y el impulso de los hogares de acogida.
No obstante, cree que este recurso debe enfocarse "a corto plazo" y como medida de emergencia, dado que las víctimas deben tener derecho a permanecer en su hogar, siendo el maltratador el que deba alejarse del domicilio. El comisario europeo también señaló la necesidad de tomar medidas de protección sobre el colectivo de mujeres inmigrantes que, a su modo de ver, sufren una situación de "especial vulneración" dado que por líneas generales dependen del trabajo de sus parejas, lo que se añade a las dificultades que tienen para presentar una denuncia, por el temor a perder el permiso de residencia, en el caso de ser irregulares.
Fuente El Mundo
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