Un permiso penitenciario con motivo de los Reyes Magos fue el resquicio que aprovechó el asesino para acabar con la vida de su ex esposa. La joven francesa Marie Sumi, de 26 años, fue asesinada a cuchilladas a manos de su ex marido, ante la mirada de sus hijos de tres y cinco años.
El primer crimen de violencia de género en Baleares de 2006 -el cuarto a nivel nacional- apenas tardó cinco días en producirse. Su ex marido, Juan Manuel Gutiérrez de 46 años, se encontraba en la cárcel cumpliendo desde hacía un año.
El asesino siguió a su ex compañera hasta la misma Cabalgata de Reyes en Palma. Allí había llevado a los pequeños de tres y cinco años. La pareja se había separado hacía algún tiempo. Sin embargo, ella no le había denunciado con anterioridad por malos tratos ni pesaba orden de alejamiento alguna sobre él.
Juan Manuel siguió a su ex compañera hasta la cabalgata de Palma. Según relató ayer un amigo de la víctima, la mujer se sintió amenazada. "Recibió una llamada de su marido y dijo que le había obligado a meterse a ella y a los niños en el interior del coche", apuntó el allegado.
Al parecer, el asesino ya había mascullado la idea de acabar con la vida de su ex esposa mientras estaba en prisión. Fue en el domicilio de Marie, situado en el número cinco de la calle Luna y a escasos metros de la palmesana calle Aragón, donde se cometió el crimen.
Juan Manuel Gutiérrez no podía concebir que la relación no se reanudara. Así, sobre las 21.00 horas de este viernes, el presunto asesino decidió acabar con la vida de Marie de una forma brutal. Ante los ojos de los niños, de apenas tres y cinco años, Juan Manuel fue asestando cuchilladas una tras otra en el cuerpo de Marie.
Los chillidos de la víctima fueron oídos por buena parte del vecindario. Mientras, los niños estallaron en lágrimas al ver cómo su madre era asesinada ante ellos.
El presunto asesino escapó del lugar dejando tras de sí un reguero de sangre y el cuerpo inerte de la que fue su esposa. El permiso penitenciario le expiraba dos días después, el 7 de enero.
Nada más conocer que se había cometido un crimen a escasos metros, los vecinos de la calle de la Luna avisaron a la policía. Agentes del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía acordonaron la calle de la Luna.
También se personaron en el lugar las asistencias sanitarias del Ib-salut. Una de las prioridades que se marcó era tratar de proporcionar cuanto antes asistencia psicológica a los inconsolables hijos de la víctima. Los dos pequeños estaban completamente desbordados, superados por el horror que se les había aparecido ante los ojos.
Mientras se esperaba la llegada de la comisión judicial, los expertos del Grupo de Homicidios recopilaron todas las posibles pruebas incriminatorias ayudándose de grandes focos. La lúgubre calle de la Luna no ayuda precisamente a la reconstrucción del crimen.
Una vez que se tuvo conocimiento de quién era el presunto autor material del crimen, el Cuerpo Nacional de Policía puso los datos del en conocimiento de la Policía Local de Palma y la Guardia Civil.
No hubo que esperar. Juan Manuel Gutiérrez se entregó anoche en la Jefatura Superior de Policía.
Fuente El Mundo
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