miércoles, febrero 01, 2006

Un año de la Ley contra la Violencia de Género

Lidia Falcón vierte en el diario El País sus reflexiones con ocasión del primer año de vigencia de la Ley de Violencia de Género. Personalmente no comparto la mayoría de sus argumentos, como la casi totalidad de los que nos vemos obligados a diario a hacer valer la controvertida norma ante los tribunales, tanto hombres como mujeres. En cualquier caso, a continuación extracto parte de su artículo, que puede leerse completo en la web de la Comisión para la investigación de malos tratos a mujeres.

"Los críticos, al manifestar su repudio de la discriminación positiva a favor de la mujer, que establece la ley de violencia de género, están interpretando tergiversadamente el artículo 14 de la Constitución que consagra la no discriminación por razón de sexo. Considerando que constituye una vulneración constitucional que se estime una agravante las agresiones inferidas por el hombre a la mujer que mantiene relaciones sentimentales con ella, así como el establecimiento de una serie de medidas preventivas y protectoras de ésta, están negando uno de los principios fundamentales del derecho que es la equidad."


"Los consejeros se pronunciaron también contra la instauración de juzgados especiales para entender de los casos de violencia contra las mujeres. Dicen que no les gustan las jurisdicciones especiales, pero no manifiestan ninguna crítica contra los tribunales de Menores, los juzgados y las salas de lo Social de las Audiencias Provinciales, los juzgados y la Audiencia Nacional, el Tribunal Especial de Delitos Monetarios, los juzgados y las salas de lo Contencioso-Administrativo, el Tribunal Especial de la Competencia, el Tribunal de Cuentas, los tribunales militares."

"Lo que menos se ha dicho es que esta ley ha pecado de pusilánime. Es preciso recordar que la ley únicamente protege a las mujeres relacionadas por vínculos afectivos-sexuales con el agresor: es decir, que ni la madre, las hermanas, las cuñadas ni las hijas entran en esta consideración, y mucho menos las desconocidas, mujeres estas que únicamente se hallan amparadas por lo dispuesto en el Código Penal, al igual que cualquier hombre."

"En definitiva, la Ley de Violencia de Género es un instrumento legal, incompleto pero absolutamente constitucional, con el que sólo hemos iniciado la lucha contra esta terrible lacra de la violencia contra la mujer."

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